‘Antes éramos los raros’; Max Barrera duda que skate mexicano consiga medalla en Tokio

El skater tapatío señaló que en México aún no hay ni la organización ni el apoyo para el skateboarding.

Cuando Max Barrera estaba por cumplir ocho años, un pedazo de madera adecuado con unas pequeñas ruedas le cambió la vida. Desde entonces nada lo detuvo. Aquel niño jamás se bajó de la tabla y se convirtió en una leyenda, a tal grado que es imposible hablar del skateboarding mexicano sin mencionar su nombre.

Fue en las calles de Guadalajara donde el ahora afamado skater que ya ronda los 40 años, hizo de este deporte su estilo de vida, cuando aún no estallaba la euforia por las patinetas como en la actualidad.

“La primera vez que hice el ollie fue el momento más especial en mi carrera y cuando subí mis dos pies a la tabla cambió mi vida”, dice Max a Mediotiempo. “Ahora (el skate) es más popular, antes éramos los raros. Es un deporte que creció mundialmente, México no es la excepción y ahora está consolidado, no se va a ir”.

Pero a pesar de que actualmente cada vez más personas practican esta disciplina, Max duda que la representación azteca pueda regresar de los primeros Juegos Olímpicos con el skateboarding en su programa con una medalla.

“Voy a ser muy honesto. Tenemos el talento pero no la organización ni el apoyo, entonces simplemente desde ahí estamos en desventaja. Por eso la iniciativa de Vans México de empezar a buscar niños para formarlos y en las próximas Olimpiadas tengamos oportunidad de una medalla, hay que trabajar mucho todavía”, lamenta Max.

Dicha iniciativa es el Vans Royal Side Stripe, un torneo del cual forma parte activa el tapatío y que vivirá su sexta edición este año con el fin es impulsar a nuevos valores del skateboarding nacional.

“Es un honor tener la oportunidad de crear sueños, siento que es ahora mi trabajo, hacer que los sueños del patinador se hagan. El concepto de Vans Royal es motivar al patinador y encontrar nuevos talentos”, explica Barrera, quien descarta lamentarse por no haber tenido una oportunidad así cuando era joven.

“Ahora tengo la oportunidad de seguir haciéndolo y apoyando a todos los nuevos. Todavía tengo la oportunidad de destacarme como patinador profesional y a parte poder ayudar a los que vienen atrás de mí, se me hace una bendición”.

Y es que para ser el mito del skate que es ahora, Max Barrera tuvo que probar fortuna en California, Estados Unidos, consciente de que en México no encontraría las vías más óptimas para alcanzar sus sueños sobre la patineta.

“Me fui más de una década a Estados Unidos y fue la mejor decisión que pude haber hecho en mi carrera, por eso estoy donde estoy. Por esa decisión lo recomiendo, tienen que salir de la burbuja de la conformidad, empujen sus límites al máximo”, asegura Max, quien al llegar a EE.UU. supo “que tenía que patinar mucho más. Que tenía que practicar más”.

Así como su madre confió en él y lo apoyó sin importar cuán guajiro pareciera su sueño, para Max, la clave del éxito está en la práctica, en el empeño que se debe poner para alcanzar una meta. Esa diferenciación que lo hizo destacar del reto.

“El legado que quiero dejar o me gustaría, es que aprendiéramos a trabajar en conjunto, el mexicano no sabe, todas las ramas, todos los círculos sociales, no sabemos trabajar en conjunto, entonces quiero dejar esa imagen, ese legado de saber en conjunto para un bien común”, finaliza.

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