Prometida de Aaron Hernández declaró en su contra
Hernández ya cumple cadena perpetua en una prisión de Estados Unidos
Ciudad de México /
La prometida del ex tight end de los Patriots, Aaron Hernández, declaró que ella aprendió a mantener silencio y "no hacer preguntas" en ciertas situaciones.
Shayanna Jenkins-Hernández declaró en el juicio por contra Hernández por dos asesinatos, bajo un acuerdo de inmunidad con la fiscalía. Ella y el ex jugador tienen una hija de cuatro años. Dijo que adoptó el apellido de Hernández en 2015.
Hernández, quien ya cumple cadena perpetua está acusado de matar a tiros a dos hombres en Boston en julio del 2012 tras un encuentro en un club nocturno de la ciudad. Está acusado además de intimidación de testigos por dispararle a Alexander Bradley, presuntamente para silenciarle sobre los asesinatos.
Jenkins-Hernández dijo reiteradamente que no podía recordar los detalles de sus conversaciones con Hernández tras los asesinatos del 2012 y tras el incidente con Bradley en el 2013.
Dijo que no le pidió detalles a Hernández sobre el incidente con Bradley, pese a que éste y Hernández eran amigos cercanos.
Jenkins-Hernández dijo además que no recordaba haber recibido una llamada de Hernández a las 2:37 am el 16 de julio del 2012, minutos después que, de acuerdo con la fiscalía, Hernández mató a tiros a Daniel de Abréu y Safiro Furtado cuando éstos estaban sentados en un automóvil en un semáforo en Boston.
Los fiscales dijeron que documentos muestran una llamada de 17 segundos de Hernández a ella a esa hora.
Shayanna Jenkins-Hernández declaró en el juicio por contra Hernández por dos asesinatos, bajo un acuerdo de inmunidad con la fiscalía. Ella y el ex jugador tienen una hija de cuatro años. Dijo que adoptó el apellido de Hernández en 2015.
Hernández, quien ya cumple cadena perpetua está acusado de matar a tiros a dos hombres en Boston en julio del 2012 tras un encuentro en un club nocturno de la ciudad. Está acusado además de intimidación de testigos por dispararle a Alexander Bradley, presuntamente para silenciarle sobre los asesinatos.
Jenkins-Hernández dijo reiteradamente que no podía recordar los detalles de sus conversaciones con Hernández tras los asesinatos del 2012 y tras el incidente con Bradley en el 2013.
Dijo que no le pidió detalles a Hernández sobre el incidente con Bradley, pese a que éste y Hernández eran amigos cercanos.
Jenkins-Hernández dijo además que no recordaba haber recibido una llamada de Hernández a las 2:37 am el 16 de julio del 2012, minutos después que, de acuerdo con la fiscalía, Hernández mató a tiros a Daniel de Abréu y Safiro Furtado cuando éstos estaban sentados en un automóvil en un semáforo en Boston.
Los fiscales dijeron que documentos muestran una llamada de 17 segundos de Hernández a ella a esa hora.