Cerebro de Aaron Hernández fue donado a la ciencia

Investigadores de la Universidad de Boston estudiarán el cerebo del ex ala cerrada de los Patriots para determinar si sufría de encefalopatía traumática crónica por los golpes recibidos en el campo.

Aarón Hernández
La Universidad de Boston, que estudia las conmociones sufridas por los jugadores del futbol americano, recibió el cerebro del ex ala cerrada Aaron Hernández, quien se suicidó el pasado miércoles en la celda donde cumplía su condena de cadena perpetua por un asesinato ocurrido en 2013.

José Baez, abogado de Hernández, explicó que que la familia del exjugador de los New England Patriots pidió que el cerebro fuera entregado a los investigadores de la Universidad de Boston luego de que los forenses confirmaran las causas de la muerte.

La NFL ha apoyado las investigaciones científicas orientadas a conocer los efectos que generan las conmociones cerebrales a las que están expuestos sus jugadores durante su carrera profesional, así como mecanismos para garantizarles mejor protección, luego de afrontar una demanda colectiva de 4,500 exjugadores.

El cerebro de Hernández será estudiado en el Centro de Encefalopatía Traumática Crónica de la Universidad de Boston. La enfermedad mejor conocida como CTE, por sus siglas en inglés, suele afectar a jugadores de futbol americano que están propensos a duros golpes en la cabeza durante sus carreras y es un mal que solo se detecta una vez que la persona falleció.

Uno de los casos más famosos es el del exlinebacker de los San Diego Chargers, Junior Seau, quien en 2012 se suicidó a los 43 años de edad. Después de su muerte, estudios de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos determinaron que sufría de CTE.

La encefalopatía traumática crónica puede causar síntomas como depresión, mareos, dolores de cabeza, pérdida de la memoria, comportamiento errático y otros como demencia y tendencias suicidas en fases más avanzadas.

Según el Departamento Penitenciario de Estados Unidos, Hernández se ahorcó con una sábana el miércoles en su celda del Centro Correccional de máxima seguridad Souza-Baranowski en Shirley, Massachusetts.

El exjugador nacido hace 27 años en Bristol (Connecticut), y de ascendencia puertorriqueña e italiana, fue condenado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional en 2015 por el asesinato de Odin Lloyd, un jugador semiprofesional que era novio de la hermana de su prometida, Shayanna Jenkins.
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