La Selección Marroquí se convierte en el primer representativo africano, y por supuesto árabe, en llegar a la semifinal de la Copa del Mundo de la FIFA; con esto asegura estar entre los cuatro mejores del orbe, fijando la mirada en vencer a su antiguo conquistador: Francia. Sin embargo, con este acercamiento a la cima, otros contextos me llaman la atención… algunos bastante problemáticos.
Marruecos tuvo su independencia de Francia apenas en 1956, y de España en 1958, ya que desde 1912 el territorio marroquí actual fue un protectorado de ambos países europeos… Una cultura árabe – africana, con toques occidentales, se quiere destacar frente a las miradas de millones en el mundo, pero al mismo tiempo, pone a la FIFA entre la espada y la pared, algo que pocos están observando, debido a que la sorpresa deportiva está dominando el contenido mediático.
El Código Disciplinario de la FIFA (CFD) hablaba de los “atentados a la dignidad humana”; sin embargo, en las nuevas versiones ya no vemos palabras como “humano o humanismo”, ya que el CDF vuelve con expresiones más detalladas.
En el artículo 13-1 de CDF versión 2019 menciona que: “Toda persona que atente contra la dignidad o la integridad de un país (…) empleando palabras o acciones despectivas, discriminatorias o vejatorias (por el medio que sea) por motivos de raza, color de piel, origen étnico, nacional o social, género, discapacidad, orientación sexual, lengua, religión, posicionamiento político, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o por cualquier otro estatus o razón será sancionada…”.
Regresando al tema de Marruecos, observé durante sus victorias en Qatar dos formas que sus integrantes usaron para festejar el triunfo:
1) Religiosa: Formándose todos para rezar en la misma cancha;
2) Política: Portando la bandera de Palestina.
Cuando vi ambas imágenes me pregunté: ¿Qué tanto esto está permitido, según los reglamentos de la FIFA? Es cierto que la civilización moderna, en términos generales, está enfrentando un gran reto: ¿Cómo hacer respetar la libertad ideológica y de creencia, y al mismo tiempo evitar polarizar los ámbitos neutrales transformándolos a plataformas de propagandas religiosas o ideológicas?
Foto: Reuters
Desde hace mucho tiempo hemos visto jugadores de diferentes selecciones persignándose o realizando algunos gestos religiosos cuando entran o salen de la cancha… Al fin y al cabo cada quien es libre de creer en lo que considera, pero con Marruecos estamos viendo una manifestación religiosa “grupal”, algo que no hemos visto antes.
Por el lado político, la causa palestina sigue siendo un tema relevante para la gran mayoría de los árabes, algunos más nacionalistas van al otro extremo negando la existencia del Estado de Israel. El Gobierno marroquí reconoce a Israel como Estado soberano, y mantiene relación con aquel país desde hace años. Ver a su selección portar la bandera de Palestina me lleva a pensar: sí esto es una forma de transmitir mensaje de naturaleza política… pero, ¿a poco no está sancionado por la FIFA?
Foto: Reuters
El CDF 2019 está muy preciso en diversos temas, leemos en el artículo 16-2 sobre posibles sanciones: “Si uno o varios seguidores de una federación o club adoptan las conductas inadecuadas descritas a continuación (…) e- el empleo de gestos, palabras, objetos o cualquier otro medio para transmitir mensajes improcedentes en un evento deportivo, en particular, mensajes de naturaleza política, ideológica, religiosa u ofensiva”.
De acuerdo a lo anterior, ¿no se considera lo que hicieron los jugadores de marrueco como una transmisión de mensajes de naturaleza política, ideológica y religiosa? Así mismo, ¿será que una intervención de FIFA en este caso se pueda interpretar como atentado a la libertad de expresión?
Foto: Reuters
En este mismo contexto, el CDF generaliza el asunto en el artículo 11-2 y considera que podrán imponerse medidas disciplinarias a toda persona que adopte una acción como “servirse de un evento deportivo para realizar manifestaciones de índole distinta a la deportiva”… Vaya, vaya! Me concentro pensando simplemente en todo lo que se puede considerara índole distinta a la deportiva.
En esta columna no busco algún tipo de favoritismo ni político ni ideológico. Me preocupa la neutralidad del futbol, como actividad social que captura la atención de millones alrededor de nuestro planeta. Sencillamente genero dudas que pueden servir como índice para establecer un ejercicio dialéctico, usando una retórica sociopolítica que nos permita disfrutar del futbol en todos los sentidos.
Foto: Reuters