Columna de Alejandro Reyes

Urgencias

En los últimos días, los medios de comunicación han tomado dos temas esenciales en la actualidad del futbol mexicano. La violencia y el debate "espectáculo o resultado".

Por sus reacciones y sobre todo sus acciones, da la impresión que los federativos mexicanos no quieren o pueden (no se cual sería más grave) ponerle la verdadera etiqueta de "urgencia" a este terrible problema de la violencia en los estadios. Parece que no se dan cuenta que puede ser el principal causante de que el negocio del futbol pierda a una de sus partes más importante en un futuro nada lejano: los aficionados en los estadios.

La violencia los rebasó y su respuesta ha sido tibia y vergonzosa. Hechos que en recientes semanas hemos visto en Monterrey, Torreón y el DF, no se acabarán si los dueños del futbol no toman verdaderas cartas en el asunto. Son los equipos los que deben no pedir, tienen que exigir a las autoridades federales y estatales apretar hasta asfixiar y aniquilar la violencia. ¿Cómo? No cesar en la exigencia hasta que se modifiquen las penas contra los "estúpidos" descerebrados que provocan el terror en los estadios de la manera más cobarde que puede existir: atacar a un semejante en grupo.

¿O acaso usted ha visto a un tarado de alguna de las famosas barras (maldita la hora en que a Pachuca se le ocurrió innovar en México en esta tonteria) pelearse contra otro sin ayuda? Mientras los castigos no sean verdaderamente ejemplares en los que un sujeto que cometa actos vandálicos en un estadio reciba pena de meses o años de cárcel y solo lo retengan 24 horas, nunca se acabará este cáncer del futbol.

Si hay que "ficharlos" por delicuentes (que efectivamente lo son) y que a través de medios electrónicos impedirles la entrada a los estadios ¡¡hay que hacerlo!! Si gastan cientos de miles de dólares en jugadores que resultan ser verdaderos bultos, porque no invertir en el bienestar del negocio. No sólo hay que copiar lo malo como estos famosos grupos al más puro estilo argentino, tienen que voltear a  países europeos para darse cuenta como han trabajado para erradicar a los "Hooligans".

El otro paso que tiene que dar los dueños es dejar de darle a sus "barras" beneficios que ningún otro aficionado a su equipo tiene. Es increíble que estos sujetos reciban de las directivas ayuda para transportarse a las ciudades donde juega el equipo, además de regalarles los boletos. ¡¡No esperemos que estos vándalos acepten las exigencias de los medios y de los propios aficionados que acuden a los estadios de portarse bien!! Su cerebro no les da para tanto.

Por otra parte, Italia demostró en la reciente Copa del Mundo que es mucho más importante en la actualidad el fondo que la forma. En el 2002 fue Brasil y en 1998 fue Francia, para no irnos más lejos. La forma en como se consiguen los títulos esta destinada en el futbol actual a unos muy contados hombres o equipos. El resto únicamente tiene que preocuparse en lo verdaderamente importante de este deporte, ganar.

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