Desde la yarda 1

El show de Antonio Brown

Si la intención de los Raiders era atraer más publicidad con la contratación de Antonio Brown hace unos meses…le dieron al clavo.

El “84” es un imán de estadísticas y logros personales, no hay jugador que dentro del emparrillado trabaje más y mejor que él. Sus números lo avalan y por ese lado, no tenemos nada que cuestionarle. El problema, sin embargo, surge cuando el jugador sale de un equipo como Steelers que, otrora, lo protegía mediáticamente y no permitía -hasta cierto punto- que sus aventuras fuera de la cancha se supieran, pero ¿Qué sucede cuando llega a un equipo que no tiene idea de como lidiar con un jugador así?

La respuesta…ahí la tenemos. No han pasado siquiera dos meses del inicio de los campamentos de entrenamiento y Brown ha sido titular de todos los diarios y medios que cubren la NFL, en algunos momentos -muy reducidos- por su excelsa habilidad de jugar la posición de receptor, sin embargo, la mayoría de los encabezados han sido por cuestiones fuera del alcance de la organización.

Todo comenzó con la famosa “lesión en los pies”, surgida de una crioterapia no supervisada en Francia, donde el jugador sufrió quemaduras en las plantas de los pies debido a la congelación ¿Cómo y por qué sucedió esto? Sigue siendo un misterio sin resolver.

A pesar de tener las plantas de los pies en estado deplorable, Brown demostró que su calidad vale el multimillonario contrato al que está sujeto, pues en su primer día del campamento de entrenamiento hizo ver mal a los defensores de Oakland, con todo y los pies quemados.

Como el escándalo de la crioterapia no fue suficiente, AB consideró que era necesario volver a aparecer en los medios, ahora por una situación con el nuevo casco aprobado por la NFL. El jugador, pensando en sus propios intereses antes que la seguridad, se quejó por el nuevo equipamiento aprobado por la liga y tajantemente señaló que si no le permitían jugar con su anterior casco, no jugaría esta temporada, pues este nuevo modelo no le permitía la misma visibilidad.

En su momento, jugadores como Tom Brady y Aaron Rodgers también expresaron su molestia por el cambio de casco, no obstante, decidieron adaptarse y aprender en vez de quejarse y poner en riesgo su salario.

Una telenovela que ha durado ya casi dos semanas sigue sin tener un final en puerta, pues una vez más, Antonio Brown ha tramitado una queja ante la liga para que le permitan usar su anterior casco ¿Será que está dispuesto a poner en riesgo su salario de $30 millones de dólares? Pues en caso de decidir no jugar sería suspendido sin paga por la Liga, no teniendo así posibilidad de jugar en este 2019.

Así es como regresamos, una vez más, a esa famosa pregunta que se hacen todos los entrenadores de equipos deportivos en el mundo ¿talento o carácter? Ustedes ¿con qué se quedan?

  • Douglas Sloane
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