Desde el vestidor

El divisionismo enterró al Ascenso MX

Entre los jugadores del extinto Ascenso MX o sus representantes ante la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFPro) quedó el sentimiento de traición y burla por parte de los dueños de los clubes de la categoría de plata, quienes no solo votaron para cancelar el torneo de Clausura 2020, sino para abrir las puertas a su desintegración.

Los futbolistas, quienes como siempre junto con empleados administrativos y operativos terminan siendo los más perjudicados en este tipo de decisiones, buscaron alternativas para evitar la catástrofe en su vida diaria y profesional, pero solo fueron oídos, más no escuchados en sus propuestas ante la Liga MX.

Expusieron sus ideas, trataron de hacer entender a los encargados de crear y dar forma a la Liga de Expansión, todas las afectaciones que arrojaría dar un golpe de esa magnitud a esta industria, pero el daño ya estaba hecho desde que inició la semana, cuando los propietarios de la división inferior se entregaron.

Una actitud que golpeó el ánimo de los jugadores, sí, sus empleados, porque no terminaban de entender porqué sus patrones asumieron esa actitud, porque no presionaron todos juntos, es decir que nadie se saliera de la idea de hacer valer sus derechos y cuidar sus fuentes de empleo, y por ende los empresarios sus inversiones.

Mediante la AMFPro y los representantes del Ascenso MX, advirtieron con sus acciones y diálogos con Enrique Bonilla, que más allá de crear un frente común para derrumbar la idea emanada desde la Liga MX, su interés era ser propositivos para sumar y salvaguardar los lugares de más del 70 por ciento de los jugadores que se quedaran sin empleo.

Entre sus propuestas sí estaba abolir el ascenso y descenso, pero dos y no cinco años, que hubiera un arribo a la Liga MX por la vía deportiva para llegar a 20 equipos, y un punto importante que se otorgara un presupuesto de 30 millones de pesos anuales a los clubes, a quienes finalmente con las modificaciones solo les tocarán 20 millones de pesos.

También los jugadores solicitaron que en esa nueva liga se contrataran de cuatro a cinco jugadores mayores de 23 años, y también se preguntaron porqué llamar a su nuevo proyecto de “Desarrollo” con elementos de más de 20 años, entonces a qué edad iban a debutar los jóvenes prospectos o talentos.

Así es como nace entonces el primer cambio en la Liga de Desarrollo, que ahora se denomina Liga de Extensión, y a la cual cordialmente invitaron a los clubes que estaban en el Ascenso y quienes seguramente atraídos por el proyecto, sobre todo económico, de 20 millones de pesos cada temporada solo por participar.

LA SEGUNDA DIVISIÓN PREMIER

También quieren estar en esa Liga de Desarrollo los clubes de esa categoría que suspendieron su torneo regular y retomarán en la fase de Liguilla, una vez que se levante la contingencia sanitaria por el COVID-19, exigirán su arribo al nuevo proyecto, desde luego por la vía deportiva.


MÁS OPINIONES