Columna de Gerardo Galindo
¡Jimmy Lozano, la vas a romper en la Selección!
Gerardo Galindo
Hablar de Jaime es hacerlo de una persona con grandes valores, con una gran educación, un tipo preparado, que recibió de su familia mucho amor, de sus padres, de sus tíos, de sus primos, de toda la gente que lo ha rodeado en su carrera, digamos desde la época formativa hasta su consolidación.
Me tocó compartir con él desde los 14 años, cuando llegué a las fuerzas básicas de Pumas. Somos de la misma generación del 78 y me encontré con grandes amigos entre ellos Jaime, Horacio Sánchez, Nacho Flores; puedo hablar de gente reconocida y muchos compañeros que hicieron una gran generación.
Tuvimos muchos grandes maestros como Alfonso Rendón, Alfonso Salcedo, el Pareja López (papá), Marco Antonio Luque, Germán Tello, JJ Muñante hasta llegar al primer equipo.
El paso de los dos fue diferente, porque a Jaime, llegando a la Primera División, lo mandaron a Celaya y es ahí donde se destacó y regresó a Pumas; por mi parte, con mucha paciencia y trabajo me gané un lugar. Quiero destacar que en este proceso de formación, Jaime fue una parte importante de mi carrera, porque yo al viajar todos los días desde Cuernavaca recibí mucho apoyo de su mamá, Ana Bertha Espín.
Siempre me abrieron las puertas de su casa, cuando no podía regresar y teníamos que tener una cita muy temprano para jugar; muchas veces recibí 'raite' por parte de ellos, de su familia; siempre hubo un gran cariño, hasta la fecha.
Deportivamente hablando tuvimos una formación deportiva muy similar, ya después de que se dieron las cosas en Pumas, con Hugo Sánchez, los dos empezamos a destacar.
Hablar de Jaime futbolista es hacerlo de un tipo disciplinado, trabajador, pero lo que siempre me llamó la atención de él fue que es ha sido un tipo que ha imaginado tantas cosas importantes y ha trabajado para conseguirlas: para ser el mejor en todo. Se ha preparado para ello.
Como futbolista se quedaba entrenando los tiros libres después de los entrenamientos y metió muchos goles así; practicaba mucho los centros, los remates a gol y cabeceaba con una técnica increíble.
Jaime se esforzó mucho para ser campeón de Pumas, para destacarse y para vivir un proceso mundialista, que no se le dio como él se lo merecía, porque sí que se lo merecía y no quedó en él. Fue algo que también quedó inconcluso, pero ahora lo va a lograr como técnico.
Jimmy Lozano como técnico
Como entrenador se ocupó por prepararse como pocos; en México hay muchos con una gran capacidad y experiencia, entrenadores que son reconocidos en el medio, que se han destacado y obtenido campeonatos, que han dirigido por muchos años, pero pocos con la formación, el estudio, y la preparación de Jaime, con sus viajes a Europa para mejorar constantemente.
Pocos como él con tantas charlas con técnicos de jerarquía mundial, cuerpos técnicos; se ha rodeado de gente que lo ha ido guiando; sin dudar, Jaime, de entre los técnicos mexicanos, es de los más preparados que tenemos. Él tiene un plus y ahí está por encima de todos, porque no solo bastan la experiencia y los resultados, también el deseo de mejorar.
Ya fue campeón de la Copa Oro 2023 y ahora lo felicito por su ratificación; él tiene claro lo que quiere, lo que busca, que es estar en la Selección, llegar al Mundial, dirigir un Mundial y lograr la mejor participación que se haya tenido con un equipo nacional.
Me ilusiona mucho que se le brinde la oportunidad; estoy muy ilusionado; comparto mucho este momento que está viviendo, porque lo conozco y se merece todo lo que está viviendo y le está pasando. Jaime será uno de los mejores entrenadores que haya tenido la Selección Mexicana.
Enhorabuena, Jimmy.