Olvidémonos por esta vez de la penosa actuación de la Selección Mexicana de Futbol en la Copa del Mundo de Qatar; sobre ese episodio ya se ha escrito mucho, aunque no lo indispensable: el análisis y sus conclusiones puntuales.
Por ahora ocupémonos del Tricolor desde el punto de vista de fenómeno social, porque lo es, como todas las selecciones del mundo lo son, por los valores que representan; son una fuente de inspiración y orgullo.
En mediotiempo publicamos el miércoles 19 una estupenda nota de Enrique Martínez, nuestro experimentado periodista que tiene a su cargo la no fácil labor de documentar el día a día de la Selección Nacional, así sea en Surinam... o Qatar.
El objetivo de tan espléndida nota es servir de radiografía de lo que significa el Tricolor cuando juega en Estados Unidos, las multitudes que convoca y sí, lo que representa como fuente de financiamiento para la Federación Mexicana de Futbol.
Enrique explora las sedes predilectas del Tricolor y la garantía de que donde se pare, llena; la SNM es la única en el mundo con dos mercados, México y EE. UU., gracias a la vecindad con la potencia mundial y a la legendaria migración de paisanos, acentuada en el Siglo XX.
Para entender este no sirve la ofensiva opinión que escupen algunos: los paisanos consumen hasta una selección b. Miopes en su análisis, olvidan que el mexicano en EE. UU. no va a ver ganar al equipo (aunque no hace daño), sino a sentir en su corazón el pedazo de país que por superación abandonó.