Polvo de ladrillo, tierra batida o arcilla, nombres que definen a una de las superficies predilectas por gran parte de aficionados al tenis. Quizá porque los jugadores se ven obligados a sacar lo mejor de sus trucos en la etapa más exigente del calendario o porque una leyenda como Rafael Nadal ha dominado una cancha en la que hay mucha irregularidad por parte de otros.
En un deporte en donde más presencia tiene la técnica, la tierra batida es el escenario que deben aprovechar aquellos jugadores que cuenten con un juego más defensivo. Es una superficie que en general le queda bien a los fondistas, a los que no basan su juego en la potencia, si no en su condición física. En donde en el cambio de ritmo encontramos claves de grandes victorias y en donde el dropshot toma protagonismo. Esto se debe a que la velocidad de la bola disminuye, el bote es más irregular pero de más altura, mientras que el juego que se desarrolla suele ser más agresivo. Los puntos suelen ser más largos y ante tal reto de tener que utilizar todo el arsenal de recursos posibles que tenga un tenista, el jugador se cansa más rápido.
Como es bien conocido, Nadal ostenta el récord de más victorias consecutivas sobre esta superficie, con 81 entre 2005 y 2007, además de más títulos con 63 (69% de su palmarés) y una marca de 328 victorias y solo 26 derrotas sobre polvo. Sin embargo el español no logró recuperarse a tiempo para participar esta semana en Montecarlo, donde logró 11 títulos consecutivos, por lo que los jugadores a seguir a partir de ahora son otros que suelen encontrar su fortaleza en esta parte del año: Tsitsipas, campeón los últimos dos años, Ruud, finalista del Abierto de Francia el año pasado, Wawrinka, el veterano de 38 años campeón de Roland Garros en 2015 y que al igual que Novak Djokovic lleva más tiempo practicando en la superficie.
Son 21 torneos sobre ladrillo a lo largo del ATP Tour este 2023, pero la mayoría se concentran en abril y mayo, siendo Roland Garros como Grand Slam y los Masters de Montecarlo, Madrid y Roma las competiciones por excelencia de la gira de arcilla. También hay tres ATP 500 y otros 14 ATP 250. Mientras que el panorama es un poco distinto para el circuito femenil, pues las tenistas por ejemplo no juegan Montecarlo y en cambio disputaron el WTA 500 de Charleston y están concentradas en las clasificaciones de la Billie Jean King Cup.