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¿Cómo se determina el precio de un boleto para el Super Bowl?

Muchos clientes de Deportes Inc. me han preguntado por boletos para el Super Bowl LIV que jugarán San Francisco y Kansas City en Miami. Cuando les envío una cotización, la respuesta más común es: ¿Por qué tan caros? En los siguientes párrafos resumo la respuesta que les doy.

El evento funciona como tantos más, como una curva de oferta y demanda. En este caso, al existir una oferta limitada y una gran demanda los precios son muy altos. La NFL pone a disposición muy pocos boletos a precio nominal. Solamente aquellos que tienen derechos de apartado pueden entrar a una rifa y de ser agraciados, pagar 950 dólares por el boleto más barato.

Antes de que se definieran los equipos que irían al Super Bowl LIV, el precio promedio de los boletos en el mercado secundario (Deportes Inc., Stubhub, Ticket Master, agencias de viajes, etc.) rondaba los 8 mil dólares, mientras que los boletos más baratos estaban en 4 mil 500 dólares. Estos precios son mucho más altos que los del Super Bowl anterior en Atlanta, donde los más bajos estaban en 2 mil 900 aproximadamente.

¿Por qué los boletos al Super Bowl LIV son más caros que en 2019?

La pregunta obligada es: ¿Por qué sin siquiera saber qué equipos van a jugar, los precios más bajos están 55% más altos que el año pasado? La respuesta se divide en tres: 1) el atractivo turístico y festivo que ofrece Miami, 2) el poder adquisitivo del sur de Florida y 3) la baja capacidad del Hard Rock Stadium.

Una vez que se definieron los equipos, los precios no se han movido mucho. Si bien San Francisco es un equipo muy popular, Miami está a más de 5 mil km de distancia. Por otro lado, a pesar de que el mariscal de campo, Patrick Mahomes, los pone en el mapa global, Kansas City es un equipo de bajo arraigo.

En la última década, los boletos más baratos los podías conseguir si te esperabas al mero día del partido. En mi opinión, este año no se repetirá la misma historia por una razón: el Hard Rock Stadium tiene la menor capacidad (65 mil aficionados) comparándolo con los estadios que han sido sede del Super Bowl en los últimos 10 años. Los aficionados que quieren asistir al evento comprarán y se acabarán primero los boletos más baratos. Lo que sí creo que sucederá es que conforme pasen los días, los precios promedio disminuirán.

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