Pensar que seis ya sería muy ambicioso. Yo optaría por dos, pero veremos. Les cuento que el DT peruano Juan Máximo Reynoso está viviendo sus últimos partidos con la Máquina Cementera de Cruz Azul
¿Motivos? Son varios y por extraño que parezca, los malos resultados, el gris futbol que juega y el mal funcionamiento no son los principales. Ayudan, pero no son lo que más imperan.
Poco, muy poco hablo con mi Judas Cementero. Con el que más es con el Ame, luego el Chiva, después el Puma y en el fondo de los cuatro populares está el de los celestes.
Pues ayer me senté a platicar con él, porque la situación cementera está fuerte, pero poco se habla de ella.
¿Por qué les digo que a Juan le queda 2-4 o 6 juegos? Pues porque la directiva ya lo quiere fuera del equipo.
Les informo que Jaime Ordiales, director deportivo del Cruz Azul, no solo no tiene buena relación con el DT, sino mala. Y cuando se cruzan los saludos son de manera falsa e hipócrita.
(Y reto a que me desmientan eso dentro del Club. No lo harán, porque saben que es verdad y porque tengo hechos, ejemplos y vivencias que han sucedido recientemente. Mejor no le moverán).
“A Reynoso lo trajo Álvaro Dávila, que estaba de presidente por un favor político, pero al acrecentarse los problemas de Billy (Álvarez) y huir, pues se le despide y traen a Ordiales, quien había tenido ya rencillas con Reynoso… ¿ya me entiendes?”.
Desde la llegada de Ordiales la relación ha sido mala, y en la cancha el futbol es cada vez peor.
Actualmente juegan a poco o nada, llevan cinco derrotas consecutivas en casa, pasarán por Repechaje y que le den gracias a Dios si quedan entre el 5 y el 8 para jugar como local, porque no creo que ni ahí queden.
“Hace poco se acusó a Joaquín Velázquez (auxiliar de Juan) de algo que no cometió. Cuando lo detienen rápido aquí en el club lo despidieron, pero rápido es rápido. Se anunció su baja. Esa acción era contra Juan de parte de Ordiales. Es una forma de incomodar.
“¿Por qué te lo digo? Porque cuando felizmente se comprobó que Joaquín nada tenía que ver, que fue acusado erróneamente y se comprobó legalmente que era inocente, se solicitó que se le reinstalara en su puesto, y no, de arriba se dijo que no”.
Se cometió una injusticia con Velázquez, porque ni sabiendo que no fue culpable, se le reinstaló, ¿por qué?, no por él, sino para joder a Reynoso.
Y por si fuera poco, el equipo de Juan juega mal, es gris, no tiene gol, por lo que creo que le quedan dos o máááximo cuatro juegos al mando del actual DT. (1 de J-17, 1 de Repechaje, y máximo dos de Cuartos de Final, porque de año no pasan).
Son de esas raras ocasiones en las que los de arriba, muy en el fondo, desean que su propio equipo no avance para justificar su decisión que pronto van a anunciar.
Aaah, ¿dónde he visto esooo? Aaah, sí, ya me acordé.
Repechaje en el Jalisco, ante Atlas, Mayo del 2021, festejando para adentro el gol de los rojinegros que marcaba la eliminación felina.
Bueno, pues eso pasa en el Cruz Azul en la actualidad.
El representante de Juan Reynoso ya busca equipo… y a Ordiales, con su representante de cabecera, ya tiene al suyo (una lista de tres) en la mesa, solo esperando el momento adecuado para cortarle la cabeza al actual y ponerle el silbato al que viene.
Sería un fracaso monumental
La preocupación en Tigres es la presión y el problema que se les viene si no son campeones.
Nooo hay excusa del fracaso si no levantan el trofeo de Liga.
“Pero fuimos segundooos…”, “Pero somos goleadores…”, “Pero Gignac fue campeón de goleooo…”.
No habrá “pero” que valga si Tigres no es campeón.
Y esto lo saco al tema porque: 1. No es ni el 1 o 2 candidato a serlo y 2. Porque en el interior hay quien ya tiene esa preocupación de lo que se les viene si no son campeones.
“Claro, para todos sería un fracaso, de arriba a abajo. Hemos bajado mucho el nivel; lo que nos hizo Pachuca, Necaxa y América fue un baile y una trapeada”.
— ¿Y Gallos?, ¿no te parece?…
“También. Ganamos de casualidad”, lo admitió mi Judas Tigre.
Aaay, Diosito, no quiero imaginar si no son campeones.
Ojalá sí lo sean. Ojalá, porque si no, lo que les espera en lo que sería el fracaso más grande del equipo en muchos años.