Columna de Raquel Pérez de León

Dejé dos meses los alimentos procesados y esto fue lo que pasó

Hace dos meses me convertí en Mamá. El tema de la lactancia materna me ha traído muchas satisfacciones, pero también grandes retos. Uno de ellos es que mi bebé tiene alergia a la proteína de la leche de vaca y a la soya. Cuando lactamos, lo que comemos se pasa al bebé a través de la leche materna, por lo que ahora debo cuidar al máximo lo que consumo.

Lo que ustedes no pensarían es que muchos alimentos procesados tienen derivados de la leche y casi todos, hasta los chicles, contienen soya, pues se usa mucho como conservador. Así es que llevo dos meses sin consumir nada que venga empacado, y esto fue lo que pasó:

  1. Me di cuenta de que no todo es lo que parece. Me llamó la atención que muchos productos que no deberían tener leche ni soya, sí tienen y no lo mencionan en sus etiquetas. Incluso marcas que dicen ser orgánicas, no lo son. Comemos muchas cosas procesadas todos los días porque es lo más fácil, pero la realidad es que aunque sean cosas saludables, a veces ni sabemos lo que le estamos metiendo a nuestro cuerpo.
  2. Cero inflamación. Aunque desde hace más de diez años no tomo leche, ni queso ni yogurt de vaca, siempre he tenido un tema de colitis. Había días que me llegaba a sentir muy inflamada y se lo atribuía también al estrés. Pero les puedo decir que en estos dos meses no me he inflamado ningún día, y vaya que he estado con un poco de adrenalina. Creo que es gracias a que mi dieta es 100% natural.
  3. Mejor rendimiento. A pesar de las desveladas y todo el cansancio, me siento bien y he podido correr mis 30 minutos al día. El exceso de productos procesados, sobretodo hablando de harinas y azúcares, nos hace sentir con sueño y más cansados.
  4. Recuperé mi peso. Algo bueno de esta dieta es que pude recuperar mi peso previo al embarazo con mayor facilidad. No es que antes me descuidara, sin embargo, sí me daba una comida libre a la semana para comer un postre o lo que yo quisiera. Ahora nada de eso, no puedo hacer trampas y creo que eso me ayudó a que fuera más rápido, junto con la lactancia. Eso sí, recuerden que todos los excesos son malos, hasta con alimentos naturales podemos llegar a excedernos y afectar nuestro peso.
  5. Limpieza dental. Los dentistas me felicitarían, y es que uno no se da cuenta, pero las harinas y azúcares son el alimento principal de las bacterias. No es que antes no me lavara los dientes, pero el hecho de no consumir ni si quiera pan de caja, me permite mantener la limpieza dental con más facilidad.

Sí es menos práctico llevar una dieta libre de procesados, sin embargo, tampoco es imposible. Además he aprendido a disfrutar más de mis alimentos, y a tener una gran variedad de frutas y verduras de todos los colores. Los invito a que vuelvan su dieta lo más natural posible, ¿qué opinan?


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