Captan ave no vista hace 55 años en Papúa Nueva Guinea; así luce el raro azor de Nueva Bretaña

No se tenía registro de un avistamiento de esta especia desde hace más de 5 décadas.

El especial avistamiento de esta fue en Papúa Nueva Guinea (Freepik).

La semana pasada se dio a conocer la primera fotografía jamás registrada del azor de Nueva Bretaña (Accipiter princeps). Este ave de presa, clasificada como “vulnerable en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, habita exclusivamente en la isla de Nueva Bretaña, en Papúa Nueva Guinea.

El fotógrafo Tom Vierus, que actualmente vive en Fiyi y fue quien tomó la imagen, relató el sorprendente hallazgo durante una expedición con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Pomio, al este de Nueva Bretaña.

"Estaba documentando varias especies de aves cuando fotografié al azor de Nueva Bretaña, sin saber en ese momento la importancia de la imagen".
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Hallan ave no vista en 55 años

La fotografía fue verificada por el Dr. John Mittermeier, director de la iniciativa Búsqueda de Aves Perdidas en American Bird Conservancy, quien señaló que la última evidencia científica del ave data de 1969.

La noticia ha generado gran expectación entre los expertos. Mittermeier explicó que, si bien ha habido avistamientos no confirmados del azor en las últimas décadas, no se contaba con evidencia fotográfica ni auditiva desde hace 55 años. Este descubrimiento subraya la importancia de la fotografía de conservación como herramienta crucial en la protección de la biodiversidad.

Oscar Pileng, oficial de WWF en Pomio, destacó la rareza de la especie en la región. Según los habitantes locales, el azor, conocido como "keango" o "kulingapa" en las lenguas locales, habita en las tierras altas y rara vez es visto en áreas costeras.

Pileng expresó su esperanza de que este registro fotográfico impulse mayores esfuerzos para preservar su hábitat, amenazado por la agricultura a gran escala, la tala y la minería.

WWF Asia Pacific señaló asimismo la importancia de trabajar junto a las comunidades indígenas de la región para fomentar la conservación. Las comunidades Mengen y Mamusi, que han habitado estas tierras durante milenios, mantienen tradiciones intrínsecamente ligadas a la preservación de sus bosques y ríos.

Según Martha Eimba, gerente de paisajes de WWF-Papúa Nueva Guinea, el potencial para descubrir nuevas especies en Nueva Bretaña es alto, pero la presión sobre los ecosistemas también es grande. WWF ya está colaborando con actores locales para desarrollar un plan de conservación integral.

Este descubrimiento subraya la urgencia de proteger las áreas remotas de Nueva Bretaña y resalta la capacidad de la ciencia y la comunidad global para apoyar la conservación de especies únicas como el azor de Nueva Bretaña.

Así luce el azor de Nueva Bretaña no visto en 55 años

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