Centro histórico CDMX: la difícil labor del servicio de limpieza de quitar chicles del suelo

Entre la calle Madero y la Plaza de la Constitución, se retiran toneladas de basura, entre ellos chicles.

Los chicles en el suelo, un problema en las principales calles de la CDMX (Pexels)

Una de las tareas más complicadas para todos los trabajadores de la limpieza en el Centro histórico de la Ciudad de México es la labor de retirar los chicles que día con día dejan los ciudadanos y ambulantes en las calles, donde llegan a levantar más de 2 mil.

Jesús Cruz, subdirector de limpieza del Centro Histórico indicó que son toneladas de basura las que se recaudan a diario, aunque son los fines de semana donde aumenta el volumen considerablemente.

“Aquí el tema es que hay demasiados ambulantes, realmente es el ambulantaje el que nos genera demasiados desechos sólidos. Así como hay un gran número de visitantes, igualmente se generan muchos desechos, retiramos diariamente entre 480 y 520 toneladas diarias. De lunes a viernes baja el volumen, pero fines de semana aumenta la afluencia”, comentó en entrevista con el Sol de México.

Uno de estos problemas es el retiro de chicles que se tiene que hacer de forma manual donde, citó, que en la calle de Madero, una de las más transitadas, llegan a retirar 200 chicles al día y en Plaza de la Constitución hasta 800 o un poco más.

El gobierno en años anteriores ha intentado concientizar a la población de no arrojar estos desechos a la calle, recordando que en 2018 se creó el programa "Tira el chicle al bote", sin embargo, solamente duró unos meses y no se cuentan con resultados sobre ello.

¿Cómo limpian las calles del Centro Histórico de la CDMX?

Cruz también señaló que para el retiro de las gomas de mascar del suelo es de forma manual con una espátula a la par que se barren las calles, luego se talla el piso y, por último se lava el suelo con una hidrolavadora a presión.

Para ello, se dividen en tres bloques (mañana, tarde y noche) y cada etapa cuenta con 97 personas para darle limpieza al centro histórico, aunque la labor más complicada es en el horario nocturno por todo lo que se va acumulando, entre ellos los chicles.

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