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¿Cómo hacer chilaquiles con pollo? Receta fácil y rápida

Aprende a preparar los mejores chilaquiles con pollo caseros con esta receta paso a paso.

No te pierdas la receta sencilla para hacer chilaquiles
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Mediotiempo IA
Ciudad de México

Los chilaquiles con pollo son más que un platillo; son una tradición, un apapacho al corazón y la cura infalible para cualquier mañana. Ya sea para un desayuno energético, un brunch de fin de semana o simplemente para consentirte, esta receta es una garantía de sabor que te transportará directamente al corazón de la cocina mexicana.

Prepararlos en casa es más sencillo de lo que imaginas y el resultado es infinitamente superior a cualquier versión que puedas comprar. El secreto reside en el equilibrio perfecto entre unos totopos crujientes, una salsa casera llena de sabor y, por supuesto, un pollo jugoso y bien sazonado. A continuación, te guiamos paso a paso para que te conviertas en un maestro de los chilaquiles.

El alma del platillo: la salsa roja

El corazón de unos buenos chilaquiles es, sin duda, la salsa. Para una salsa roja clásica, necesitarás jitomates, chiles (serranos o guajillos para un sabor más profundo), un trozo de cebolla y un diente de ajo. El proceso es simple: hierve los jitomates y los chiles hasta que se ablanden. Luego, licúalos con el ajo, la cebolla y un poco del agua de la cocción hasta obtener una mezcla tersa.

El toque maestro llega al sofreír esta salsa en una cacerola con un poco de aceite caliente. Añade una rama de epazote para ese sabor auténtico e inconfundible y sazona con sal al gusto. Deja que hierva unos minutos para que los sabores se integren y la salsa espese ligeramente.

Totopos crujientes y pollo jugoso

El dilema de muchos: ¿totopos aguados? ¡Nunca más! El truco para que queden perfectos es usar tortillas de maíz de un día anterior, ya que contienen menos humedad. Córtalas en triángulos y fríelas en aceite bien caliente hasta que estén doradas y crujientes. Escúrrelas sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.

Para el pollo, simplemente cuece una pechuga en agua con un trozo de cebolla, ajo y sal. Una vez cocida, deshébrala finamente. Este pollo jugoso será la proteína perfecta para complementar la intensidad de la salsa y la textura de los totopos.

El montaje final: ¡A disfrutar!

El momento más esperado. Justo antes de servir, baña generosamente los totopos crujientes con la salsa roja bien caliente. La clave para que no se aguaden es servir inmediatamente después de mezclarlos.

Sirve una porción generosa en un plato, agrega el pollo deshebrado por encima y corona con tus toppings favoritos: crema ácida, queso fresco desmoronado, rodajas de cebolla morada y cilantro fresco picado. ¡Cada bocado será una explosión de sabor y texturas que te hará empezar el día de la mejor manera.


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