Graffitis: El arte urbano como bálsamo ante pandemia de covid-19 en Sao Paulo
El arte urbano se ha convertido en un bálsamo social en medio de la pandemia de coronavirus en Sao Paulo, Brasil.
Suspendida en un andamio a treinta metros del suelo, la mexicana Paola Delfín da las últimas pinceladas con brocha gorda al grafiti gigante que empezó a pintar hace un mes en el barrio Pinheiros de Sao Paulo.
Es el rostro de una mujer en diferentes tonos de gris e integra un conjunto de doce murales que está pintando junto a otros 14 artistas, que cubrirán por completo las fachadas laterales de varios edificios de la región, explica a la AFP.
Brasil, epicentro del arte urbano en la pandemia
En plena pandemia del coronavirus en Brasil y con los museos todavía cerrados, la megalópolis refuerza aún más su fama de epicentro mundial del arte urbano.
El proyecto formará el conjunto de graffitis más grande del país, con 3.689 metros cuadrados pintados en total.
Bautizado "Festival NaLata", se trataría de un evento que reuniría a muchos otros artistas y obras, pero la pandemia obligó a los organizadores a cancelar gran parte de las actividades.
"Decidimos mantener solo a los artistas que ya se encuentran en Sao Paulo. Y en el caso de los murales, son obras que pueden ser vistas por todos desde la calle, es algo democrático y no trae riesgos de aglomeración", explica Luan Cardoso, curador del festival.
Para pintar las fachadas, fue necesario pedir autorización a cada uno de los habitantes de los edificios.
"Siempre es igual: al principio parece muy complicado porque a algunos vecinos no les gusta la idea, pero después a todos les termina encantando y quedan felices", relata Cardoso.
"Toman fotos y las publican en sus redes sociales con frases como '¡Miren qué lindo está quedando mi edificio!'".
La ciudad de Sao Paulo, la más poblada de Brasil con 21,5 millones de habitantes en su región metropolitana, es referencia mundial en materia de "street art" y los paulistas están acostumbrados a andar por calles tapizadas con grafitis.
Por eso para Delfín, de 31 años, retratar los rostros de un hombre y una mujer en este mural de 26 por 7 metros en la meca del grafiti es un sueño cumplido.
"Poder estar haciendo esto aquí, en un lugar supercéntrico, con mucha gente, es superimportante", explica la artista.
"El mensaje en conjunto es un mensaje de esperanza, de que las cosas van a retomar su rumbo", añade.
Todos los grafiteros han dicho a los organizadores que imaginaron sus creaciones a partir de sentimientos generados por la actual crisis sanitaria.
En Brasil el coronavirus se ha cobrado casi 110.000 vidas, una cuarta parte de ellas en el estado de Sao Paulo.
La obra más grande representa a un personaje multiforme y colorido que carga un felino en brazos y lleva un tocado indígena cuyas plumas son en realidad latas de aerosol de grafiti. La misteriosa figura, del artista Enivo, viste una falda larga con la bandera de Brasil, cuyo lema "Orden y Progreso" fue sustituido por "Nuevos tiempos".