¿Cuántas fases tiene el volcán Popocatépetl? Te explicamos el Semáforo de alertamiento volcánico
Te contamos sobre las diferentes fases que componen su ciclo eruptivo y qué significan para quienes habitan cerca de su entorno.
En el panorama natural de México, el majestuoso volcán Popocatépetl se alza imponente como uno de los colosos más icónicos del país. Con su característica forma cónica y su impredecible actividad volcánica, ha cautivado la atención de científicos, turistas y lugareños por igual.
En esta ocasión, exploraremos las diferentes fases que componen su ciclo eruptivo y qué significan para quienes habitan cerca de su entorno.
Es importante tener en cuenta que el Popocatépetl es un volcán activo y su actividad puede variar en cualquier momento. Las autoridades mexicanas, en coordinación con los científicos y expertos, mantienen una vigilancia constante y emiten alertas y recomendaciones a la población en caso de un aumento significativo en la actividad volcánica.
Fases del semáforo volcánico
Etapa de normalidad (VERDE)
- El volcán está tranquilo. Es una oportunidad de conocer la señalización de:
- Rutas de evacuación
- Sitios o centros de reunión
- Refugios temporales
Etapa de alerta (AMARILLO).
Permanece atento y prepárate para una posible evacuación
- FASE 1: Manifestación de actividad
Sismicidad volcánica local frecuente
Emisiones esporádicas y ligeras de ceniza - FASE 2:
Incremento de actividad
Pluma de vapor de agua
Ligera caída de ceniza en áreas cercanas
Caída de fragmentos incandescentes - FASE 3:
Actividad intermedia a alta
Crecimiento rápido de domos de grandes dimensiones y su destrucción en explosiones fuertes
Persistencia de fumarolas, gas y caída leve de cenizas en áreas cercanas
ALARMA (ROJO).
Hay peligro. Tú y tu familia deben estar listos para la evacuación
- FASE 1:
Actividad explosiva de peligro intermedio a alto
Columna eruptiva de varios kilómetros de vapor de agua y gas
Lanzamiento de fragmentos incandescentes sobre las laderas del volcán - FASE 2:
Actividad explosiva de peligro alto a extremo
Columnas eruptivas de gran alcance
Intensa caída de ceniza, arena y fragmentos volcánicos a distancias mayores
¿En qué fase está el Popocatépetl HOY?
Fase eruptiva
Durante esta fase, el volcán experimenta una erupción, liberando gases, cenizas, rocas y, en casos extremos, flujos piroclásticos. Esta etapa puede variar en intensidad y duración, desde pequeñas explosiones hasta erupciones de gran magnitud que generan columnas de humo y cenizas que se elevan hacia el cielo.
Durante estas erupciones, el volcán representa un riesgo potencial para las poblaciones cercanas, ya que pueden producirse flujos de lava y la expulsión de material volcánico.
Fase de reposo
Después de una erupción, el volcán entra en un período de reposo. Durante esta etapa, la actividad volcánica disminuye considerablemente, y el Popocatépetl se mantiene relativamente inactivo.
Sin embargo, es importante destacar que este estado de reposo no significa que el volcán esté completamente apagado, ya que puede experimentar eventos menores, como emisiones de gases y fumarolas.
Fase de exhalación de gases
Durante esta fase, el volcán emite principalmente gases volcánicos, como vapor de agua, dióxido de carbono, azufre y otros compuestos químicos.
Estas emisiones pueden ser observadas a través de las fumarolas, que son aberturas en la superficie del volcán por donde se liberan los gases. Si bien esta fase no implica una erupción explosiva, indica que el volcán sigue activo y en constante liberación de energía.
Fase de alerta y monitoreo
Esta fase está relacionada con la actividad sísmica y las señales de incremento en la actividad volcánica. Durante este período, los científicos y expertos en vulcanología realizan un monitoreo constante del volcán, utilizando tecnología avanzada para detectar cambios en la actividad sísmica, la deformación del terreno y las emisiones de gases. Esta fase es crucial para la prevención y la toma de decisiones en cuanto a la seguridad de las comunidades cercanas al volcán.
El Popocatépetl es mucho más que un majestuoso paisaje, es un recordatorio constante de la naturaleza impredecible y la importancia de estar preparados ante posibles eventos volcánicos.
El conocimiento y la comprensión de las diferentes fases que componen su ciclo eruptivo nos permiten tomar medidas de prevención y protección, salvaguardando así la vida de quienes residen en sus alrededores y admirando la belleza y la fuerza de uno de los volcanes más icónicos de México.