Estalla guerra entre Israel y Gaza, con combates en tierra y bombardeos
Esta guerra, la sexta entre Israel y Gaza en los últimos 15 años, puso en alerta a la comunidad internacional.
El movimiento islamista Hamás atacó el sábado Israel "por aire, mar y tierra" desde la Franja de Gaza y secuestró soldados y civiles, desencadenando bombardeos de represalia en una escalada que ya dejó más de 300 muertos, 70 de ellos en territorio israelí.
El ejército indicó por la noche que aún libra combates en "22 lugares" del territorio israelí con "cientos de infiltrados" que habían penetrado en el país "por aire, mar y tierra". "Estamos en guerra", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al tiempo que ordenaba "una amplia movilización" de reservistas.
"El enemigo pagará un precio sin precedentes", prometió el mandatario en un video, en el que reconoció que Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, lanzó "un ataque sorpresa criminal".
El Ministerio de Energía ordenó cortar el suministro de electricidad de este paupérrimo enclave de 362 km2 en el que viven 2.3 millones de palestinos, sometido desde 2007 a un estricto bloqueo israelí.
La escalada dejó al menos 70 muertos y "cientos de heridos" del lado israelí, según el Magen David Adom, equivalente de la Cruz Roja; y al menos 232 muertos y unos 1,700 heridos en Gaza, de acuerdo con el Ministerio de Salud del enclave.
Los milicianos palestinos reivindicaron y difundieron imágenes del secuestro de varios israelíes, una acción confirmada por el portavoz del ejército israelí.
"Hay soldados y civiles secuestrados. No puedo dar cifras en este momento. Es un crimen de guerra cometido por Hamás y pagarán las consecuencias", declaró Daniel Hagari.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, proclamó en la televisión Al Aqsa, dirigida por el grupo armado, que vislumbraba una "gran victoria".
Esta guerra, la sexta entre Israel y Gaza en los últimos 15 años, puso en alerta a la comunidad internacional.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a realizar "esfuerzos diplomáticos para evitar una ampliación de la conflagración". El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá el domingo para abordar la situación.
La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, condenó el "terrorismo" de Hamás y se dijo preocupada por una "escalada" que arrastre a "otros" actores al conflicto.
La ofensiva fue celebrada por dos enemigos de Israel en la región: el movimiento chiita libanés Hezbolá e Irán.
"La resistencia ha logrado hasta ahora victorias espectaculares durante esta operación", declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Islámica, Nasser Kananim en referencia al movimiento palestino.
Estados Unidos reafirmó su compromiso "inquebrantable" con Israel y prometió asegurarse de que su aliado tuviera los medios para protegerse. Rusia pidió un alto el fuego "inmediato" y Turquía instó a evitar una escalada.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país ejerce este mes la presidencia del Consejo de Seguridad, pidió esfuerzos internacionales para "retomar inmediatamente" las negociaciones.
"¡Ayuda, por favor!"
La ofensiva se desencadenó con una andanada de cohetes lanzados desde la Franja de Gaza a partir de las 06H30 (03H30 GMT), coincidiendo con el último día de las fiestas judías de Sucot en Israel.
El brazo armado de Hamás reivindicó el ataque e Israel respondió bombardeando objetivos de Hamás en Gaza.
En la ciudad de Sederot, a escasos kilómetros del enclave palestino, un periodista de la AFP vio cuerpos de civiles tendidos en la calle.
"¡Ayuda, por favor!", suplicaba una mujer israelí junto a su hijo de dos años, mientras un grupo de milicias abría fuego contra su casa, describieron los medios israelíes.
Periodistas de AFP vieron a palestinos armados alrededor de un tanque israelí en llamas y a otros conducir un vehículo militar israelí en dirección a Gaza.
En Gaza, los bombardeos israelíes destruyeron tres edificios de diez plantas que formaban parte de un conjunto residencial, informaron periodistas de AFP que vieron desplomarse estas construcciones.
El ejército israelí informó que bombardeó "dos edificios de varias plantas" y acusó a Hamás de albergar infraestructura militar en medio de la población. El ejército aseguró además que había pedido a los residentes "evacuar el lugar" antes de bombardearlo.
Las sirenas sonaron tanto en el sur de Israel como en Jerusalén y la policía pidió a la población permanecer cerca de los refugios antiaéreos.
Varias compañías aéreas anularon sus vuelos de este fin de semana a Tel Aviv, según el tablón de llegadas en línea del aeropuerto internacional Ben Gurión.
"Las puertas del infierno"
El general israelí Rassan Alian, al frente del órgano del Ministerio de Defensa que supervisa las actividades civiles en los Territorios Palestinos, afirmó que Hamás había "abierto las puertas del infierno" y que "pagaría las consecuencias".
La operación israelí de represalias ha sido llamada "Espadas de hierro".
Hamás, por su parte, bautizó la operación como 'Diluvio de Al Aqsa' y explicó que el movimiento había decidido "poner fin a todos los crímenes de la ocupación [israelí]".