Estatua de Poseidón en Yucatán: ¿Cuándo la pusieron y dónde se ubica?
Estatua de Poseidón, una impresionante figura, fue instalada en el municipio costero de Yucatán.
En las últimas semanas, Yucatán ha sido testigo de intensas lluvias que han impactado significativamente el territorio. La Península de Yucatán se ha visto afectada por precipitaciones severas y actualmente se encuentra bajo la amenaza de la presencia de un huracán.
Este fenómeno meteorológico ha generado un vínculo peculiar con la mitología griega y las historias de los dioses mayas desde que se instaló una estatua de Poseidón en Yucatán. Según la creencia local, la presencia de esta figura podría haber perturbado a Chaac, el dios maya del agua y la lluvia, lo que algunos interpretan como un desencadenante de los fuertes aguaceros que han afectado la región. A continuación, exploraremos más detalles sobre esta intrigante estatua.
¿Estatua de Poseidón en Yucatán?
La figura del dios griego no estuvo exenta de controversia desde el momento en que fue instalada sin previo aviso ni ceremonia oficial por parte del gobierno. A finales de mayo de 2024, una estatua de tres metros de altura fue colocada en el municipio de Progreso, Yucatán, a pocos metros dentro del mar de Progreso, generando sorpresa y diversas reacciones entre la población local y los expertos en patrimonio cultural.
Inicialmente, la falta de un anuncio formal sobre la instalación de la estatua levantó interrogantes sobre su origen y propósito. Sin embargo, más tarde se aclaró que el monumento formaba parte de una estrategia para promover el turismo en la región. Según explicaciones posteriores, la presencia de la figura de Poseidón se consideró como un atractivo cultural y turístico, destinado a enriquecer la oferta turística de Yucatán y atraer tanto a visitantes nacionales como internacionales.
¿Por que ya no quieren la estatua de Poseidón?
Según algunas leyendas urbanas que circulan en la región, la colocación de la estatua de Poseidón en Progreso habría provocado una reacción adversa por parte de Chaac, el venerado dios maya del agua y las lluvias. Se especula que la presencia de Poseidón, un dios griego asociado con el dominio de los mares y las tormentas, habría perturbado el equilibrio espiritual y natural que Chaac representa en la tradición maya.
La interpretación popular sugiere que esta perturbación divina podría haber exacerbado las condiciones climáticas en la región de Yucatán, conduciendo al aumento en la intensidad de los mares y potencialmente contribuyendo a la formación de tormentas tropicales. Esta conexión entre la instalación de la estatua de Poseidón y los eventos meteorológicos extremos se ha difundido ampliamente a través de conversaciones en redes sociales y entre la población local, alimentando especulaciones y debates sobre la relación entre la mitología griega y la cosmovisión mesoamericana.