Muertes en gimnasio: esta es la cláusula por si sufres un accidente en un gym de la CDMX
La Profeco dio consejos a los consumidores que busquen suscribirse a establecimiento deportivo.
En la actualidad hay protocolos de seguridad y específicos para las situaciones que lleguen a ocurrir en los establecimientos comerciales, uno de ellos los gimnasios de la CDMX, como ocurre si alguien muere.
Cuando se una muerte en los gimnasios de la Ciudad de México, el protocolo indica que se debe de llamar a los servicios de emergencia para confirmar que la persona falleció y atender las necesidades urgentes, mientras que los servicios forenses y la policía realizarán las investigaciones correspondientes para determinar cuál fue la causa de la muerte.
El gimnasio debe contar con las medidas de seguridad y protocolo de emergencia necesarios para actuar en caso de accidentes y cualquier hecho de este tipo podría provocar la revisión de las condiciones de seguridad y salud.
Si se trata de una muerte, la familia debe ser notificada de inmediato y les tendrán que ofrecer apoyo durante el proceso, así como la gestión del caso, el manejo del cuerpo y la investigación estará hecho conforme las leyes y regulaciones vigentes.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en México comentó que dentro de los derechos de los usuarios de gimnasios está la libertad de elegir, la garantía y calidad en los servicios ofrecidos, y la igualdad de trato sin importar el género, raza, religión u orientación sexual.
¿Tienen cláusulas de responsabilidad?
En México los gimnasios suelen tener cláusulas de responsabilidad en sus contratos y pueden cubrir accidentes por negligencia, mal funcionamiento o negligencias derivadas de las instalaciones, aunque podrían no cubrir los hechos que se deriven de la práctica habitual del entrenamiento.
También para abrir un gimnasio es un requisito legal contar con un seguro de responsabilidad civil, mismo que es obligatorio y puede cubrir lesiones o accidentes que sucedan en las instalaciones.
Por ello es importante revisar el contrato que se firma para conocer las cláusulas del establecimiento, ya que cada gimnasio podría contar con sus cláusulas y políticas propias de responsabilidad.