R. Kelly es condenado a 30 años de cárcel; famoso por cantar tema de 'Space Jam'

El cantante de R&B, quien interpretó el tema "I Believe I Can Fly" de la película "Space Jam" con Michael Jordan, pasará muchos años en prisión.

R. Kelly pasará 30 años en prisión por liderar una red de tráfico sexual. (AFP)

De cantar el tema principal en una de las películas más emblemáticas de los años 90 como fue "Space Jam" a ser condenado por pertenecer a una red de tráfico y abusos sexuales. Esa es la realidad del artista R. Kelly, quien fuera estrella del género R&B y ahora pasará las próximas tres décadas tras la rejas. 

El autor y cantante del tema "I Believe I Can Fly", que fue la banda sonora principal de la cinta protagonizada por Michael Jordan junto a los Looney Tunes, fue declarado culpable de los seis cargos que pesaban sobre él, aunque su pena podría ser mayor ya que tiene cuentas pendientes con la justicia en otros dos estados de la Unión Americana.

Formó red de prostitución con promesas de carreras musicales

La fiscalía había pedido al tribunal de Brooklyn 25 años de cárcel para Robert Sylverster Kelly, de 55 años, porque alegaba que el que fuera estrella del R&B de los años 1990 con más de 75 millones de discos vendidos, todavía "representa un serio peligro público".

Además de la condena, que le llevará a pasar prácticamente el resto de sus días tras las rejas, la jueza también ordenó que el cantante sea sometido a un tratamiento por desórdenes sexuales y psicológicos. Para el 28 de septiembre, Donnelly ha convocado otra audiencia para definir la multa que tendrá que pagar a las víctimas en vista del estado de sus finanzas.

En septiembre del pasado año, un jurado en Nueva York declaró culpable a R. Kelly de once cargos, entre ellos crimen organizado y liderar una red para perpetrar delitos sexuales.

"Creó un círculo cercano que hizo creer a las víctimas que eran su propiedad y controlaba todos sus movimientos. Con quién tenían que hablar, les hizo tener sexo con otras mujeres y otros hombres y si trataban de abandonarle tomaba represalias o las acosaba en las redes sociales, dijo la fiscal Elisabeth Geddes, que lamentó que el acusado "no haya reconocido ninguna responsabilidad y siga propagando que no hizo nada malo".

Las historias de las acusadoras mostraron un patrón de conducta: muchas de las presuntas víctimas dijeron haber conocido al cantante en conciertos o actuaciones en centros comerciales, y que su séquito les entregó papelitos con el contacto de Kelly. A cambio recibían la promesa de que las ayudaría con su carrera musical.

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