¡Lección! Óscar Burgos recuerda cómo su hijo lo salvó de las drogas’

El comediante Óscar Burgos, quien le da vida al Perro Guarumo, durante el programa Buenas Noches Don Fematt, de Multimedios Televisión, contó algunos pasajes de su vida.

Una historia llena de éxitos, a partir de hace reír, aunque igual se refirió, sobre todo, a un capítulo que pudo evitar que pudiera ser un tipo tan afamado, pues como ha pasado en otros casos, los excesos estuvieron a la orden del día en algún pasaje de su trayectoria en la televisión.

Y es que aceptó que, cuando parecía rodar por el abismo, estuvo uno de sus hijos para ayudarle y sacarlo adelante, por lo cual le agradece infinidad que haya llegado a tiempo a su rescate.

¿Cómo la regó Burgos?

Óscar relató a La Mole respecto a esa situación que tuvo que pasar, pues por sus adicciones pudo regarla en al menos tres ocasiones.

“Hay tres episodios muy importantes; uno de ellos, cuando se me iba la onda, y ya la estaba regando gacho, es en un evento en donde creí que era un baby shower, pero en realidad era una despedida de soltera, era un evento súper fresa, en San Pedro, donde me pidieron que ‘wey’ fuera lo más fuerte y Burgos llegó pedo.

“Le pregunto a alguien, ‘es tú primera vez’, yo pensando en un baby, ella en una despedida, pensaron que era un chiste, y le digo, ‘cuando tengas ese pedacito de carne y lo empieces a besar, todo lo que te puedas imaginar, y ese olor a leche’; traía mota, perico, alcohol, pastillas, ese era mi desayuno, con jugo de naranja y vodka. 

“Llegan, y me sacan de mi confusión; en Guadalajara lancé una televisión y se hizo un pedo; la otra, en la casa, tenía un buen de cocaína, y me gustaban mucho dos ‘teibols’, llevo a unas chicas y les pido que se encueren en mi casa, tenía una alberca, se acabó la coca y se fueron, me quedo solo y pensé que la estaba regando, me paró en el balcón, me aviento, maromeo, y me fracturo la clavícula”.

¿Cómo lo salvó su hijo?

Óscar narró, con la voz entrecortada, con llanto, sobre las palabras de su pequeño hijo, y que lo llevaron a darle un vuelco a su existencia, después de que en Televisa lo habían mandado a Oceánica para rehabilitarse, porque de lo contrario lo despedirían.

“Dentro de mí había una pequeña duda, de ¿si lo iba a lograr?, y cuando voy por mi hijo Óscar cuando era un niño, me dice, papá, ‘ayer tuve un sueño, qué vas a comprar, no compres cerveza, anoche soñé que tomabas vino, y que te morías, y yo papá, te necesito mucho, no quiero que te mueras’; y cambió mi chip, ese día me di cuenta que era yo alguien muy importante, para él, para mi hija y para mi familia”.

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