Estrés, ansiedad, depresión: pandemia deja una profunda huella psicológica en los jóvenes

También hay problemas de soledad o de incertidumbre sobre el futuro que se agravaron por la cuarentena.

En Francia existe una línea gratuita para ayudar a los estudiantes. (FOTO: AFP)

Desde marzo los teléfonos de la línea gratuita Nightline no dejan de sonar, misma que es de atención para los estudiantes en París, ya que la pandemia de COVID-19 ha dejado una enorme marca psicológica en los jóvenes, como depresión, ansiedad y problemas para conciliar el sueño.

Todas las noches, entre las 21H30 y las 02H00, esta asociación gestionada por estudiantes recibe decenas de llamadas de otros con síntomas de ansiedad o cuadros depresivos debido al confinamiento.

"¿Cuándo comenzaste a sentirte así?", pregunta uno de los 60 voluntarios de Nightline que, después de haber seguido una formación, se turnan en los teléfonos. Del otro lado de la línea, jóvenes de entre 18 a 24 años buscan un oído amigo para desahogarse.

Los voluntarios no dan consejos directos, sino que se limitan a prestar una escucha empática, compasiva y libre de juicios.

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"A veces es más fácil desahogarse con alguien con el que no tienen una relación jerárquica, como un psicólogo, alguien como ellos que puede entender lo que están viviendo", explica a la AFP Daphne Argyrou, que trabaja en Nightline desde hace dos años.

31 por ciento presenta trastornos psicológicos

Por motivos de confidencialidad, los voluntarios no pueden revelar los detalles de las conversaciones, pero señalan entre los síntomas más recurrentes problemas de ansiedad, tristeza, aislamiento, bajo estado de ánimo, insomnio y la aparición de trastornos como la depresión.

"Encontramos las temáticas habituales, como los problemas de soledad o de incertidumbre sobre el futuro, pero agravados por el confinamiento", explica a la AFP Florian Tirana, presidente de Nightline Francia.

"Recibimos también muchas llamadas de estudiantes extranjeros, que tienen problemáticas particulares... No es fácil estar confinado en un país que no es el suyo, cuya lengua no dominan, con otros códigos culturales", añade.

La asociación, creada en 2016, notó una explosión en el número de llamadas a partir del día en el que se decretó el primer confinamiento en Francia el 17 de marzo. "Entre 40 y 50 personas buscan contactarnos cada noche por teléfono o chat, es el doble que el año pasado", afirma Tirana.

Y los teléfonos suenan aún más desde que se decretó un segundo confinamiento hace quince días para frenar el avance del nuevo coronavirus, que ya se ha cobrado la vida de casi 47.000 personas en Francia.

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