Perrita Frida donó sus botas de rescate al Museo del Calzado

La perra rescatista Frida, quien en septiembre pasado se convirtió en un símbolo de solidaridad y orgullo por su participación en los rescates tras los sismos que zotaron el centro y sur del país, donó este viernes al Museo de Calzado "El Borcegui" las botas especiales que utilizó durante los trabajos de localización de personas.

La Secretaría de Marina Armada de México (Semar) también entregó a este recinto, único en su tipo en Latinoamérica, las botas de Israel Arauz Salinas, pareja del binolmio canino que acompaña a la perrita desde hace más de tres años.

El capitán de Fragata, Israel Monterde Cervantes, en representación de la secretaría, destacó que es un orgullo que estas piezas formen parte del museo.

Previo a la entrega de las botas, destacó que Frida y su manejador representan el arduo trabajo que llevan a cabo los cientos de binomios caninos de la Secretaría de Marina.

Los zapatos que el público ya puede apreciar en el Museo del Calzado, son los que Frida portó durante las tareas de rescate luego de los sismos del año pasado, así como en Ecuador, Haití, Guatemala, entre muchos otros lugares.

A su vez, Teresa Ballina de Villamayor, presidenta del Museo del Calzado, indicó que son las primeras piezas que pertenecen a un animal albergadas en este recinto.

Resaltó que Frida y su entrenador son un orgullo para todos los mexicanos, por lo que tener los zapatos del binomio canino es un honor.

A su llegada y a lo largo de la entrega, niños y adultos no dejaron de aplaudir y gritar "Frida te amamos", "Gracias", "Eres toda una héroe ".

Frida es una perra de raza labrador de nueve años de edad y forma parte al selecto grupo del Equipo de Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas.

A lo largo de su vida operativa, tiene una total de 53 localizaciones de personas, entre ellas 12 han sido con vida.

Las botas están hechas a la medida de las patas de Frida, la suela es de material muy resistente y flexible. Además, el calzado de Frida es antiderrapante en superficies lisas como mármol o mosaico y son aislantes eléctricas que evitan que al tener contacto con agua o cables con energía eléctrica pueda sufrir una descarga.