¿Qué es 'Sold Out' en un concierto? Este es su significado

Los conciertos son algo maravilloso, reunirte en un lugar solo para escuchar a tu artista favorito con miles de almas que comparten tu sentimiento es algo que puede describirse simplemente; mágico.

Este sentimiento es descrito muy bien por Víctor García con la canción “Hoy gano yo” de Warcry, los conciertos son un elemento cohesionador comunitario, tienen una función social de integración y catarsis, no por nada hay eventos masivos de este corte en el Zócalo de la Ciudad de México.

¿Qué es sold out en un concierto?

Pero, para los que no son gratuitos, hay una leyenda que hace temblar a cualquier fan “sold out” como paso con RBD y como seguro nos pasará con BlackPink, esta es una leyenda que nos indica algo por demás desafortunado.

“Sold out” indica que las localidades para el concierto están completas, dicho en otras palabras, se han agotado todos los boletos para el espectáculo. Esto es ocasionado por la gran demanda de compradores y también por uno de los mayores males que le ha acontecido a los eventos; los revendedores.

¿Qué son los revendedores de boletos?

Estas personas son una suerte de acaparadores que en un acto de viveza logran saltar de alguna manera los filtros y se hacen con una enorme cantidad de boletos del concierto en cuestión, con el objetivo de poder venderlos a fuera del recinto y así sacar unos (o muchos) pesos extras del boleto.

¿Cómo terminar con esta práctica? No les compres, sentencia que se pronuncia fácil pero que su ejecución luce casi imposible en cuento nuestro grupo favorito anuncia fecha por primera vez en el país. ¿Quién quiere dejar de disfrutar algo para terminar con una mala práctica? Una pequeña pregunta moral que bien podría resumir los males de la nación, desde los cotidianos como el asiento del metro, hasta los grandes escándalos de corrupción.

Lo más posible es que familias completas dependan de esta actividad, y de acuerdo con lo anterior el problema no es de unos cuantos, sino que es el pequeño fruto de una raíz que se sembró hace muchos años, y se regó con gandallismo, quítate tú, porque puedo y no pasa nada.

Lo que le queda al ciudadano que intenta vivir de manera honesta, que lucha todos los días con reconciliarse con su propia sombra, es reclinarse a su entidad sobrenatural en turno, y en un acto de fe, entrar a la página donde se compran los boletos (esperando que no se haya caído) e intentar adquirirlos del artista que tanta ilusión le hace.

Después de todo la música no solo es algo que escuchamos por ocio, sino que en ella nos reflejamos, los audífonos son este catalizador en el que el sentimiento se pasea, y en ocasiones, se desborda, ya sea con lágrimas, o a gritos con todas nuestras fuerzas junto a personas que están compartiendo lo mismo que tú, en un concierto.

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