¿Cuánto tiempo después de la fecha de caducidad se puede consumir un alimento? Esto dice la ciencia
Descubre si es seguro comer alimentos después de su fecha de caducidad.

En el día a día, es común encontrarse con un yogur olvidado en la nevera o un paquete de galletas cuya fecha ya pasó. La duda es instantánea: ¿se puede comer o es un riesgo para la salud?
La respuesta no es un simple sí o no, y entender la diferencia entre "fecha de caducidad" y "fecha de consumo preferente" es clave para proteger tu bienestar, tu bolsillo y reducir el desperdicio de alimentos.
Fecha de caducidad vs consumo preferente
El primer paso para tomar una decisión informada es leer correctamente la etiqueta.
La fecha de caducidad se aplica a productos muy perecederos y con riesgo microbiológico, como carnes y pescados frescos. Esta fecha indica el día límite para consumir el alimento de forma segura.
Una vez pasada esta fecha, no se debe ingerir el producto bajo ninguna circunstancia, ya que puede contener bacterias patógenas causantes de enfermedades, que van desde una gastroenteritis hasta intoxicaciones graves.
Por otro lado, la fecha de consumo preferente se encuentra en una amplia gama de alimentos más duraderos y estables como pastas, arroces, legumbres, galletas y conservas. Esta fecha señala el momento hasta el cual el fabricante garantiza que el producto mantendrá su calidad óptima en cuanto a sabor, textura y aroma.
Un alimento que ha superado su fecha de consumo preferente sigue siendo seguro para el consumo si se ha conservado adecuadamente y su envase está intacto, aunque sus cualidades organolépticas pueden haber disminuido.
¿Cuánto tiempo más puedo consumir un alimento tras la fecha de consumo preferente?
Aunque un producto con fecha de consumo preferente vencida sea seguro, es útil tener una idea de cuánto tiempo adicional se puede consumir. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y otras agencias de seguridad alimentaria ofrecen algunas pautas:
- Yogures: Si se han conservado en frío y no presentan mal olor o textura extraña, pueden comerse días o incluso semanas después de la fecha.
- Pan de molde, galletas y bollería: Mientras no haya moho, son seguros. Estos productos secos suelen durar más de lo que indica la etiqueta.
- Pasta, arroz y legumbres: Al ser alimentos no perecederos, pueden consumirse meses o hasta un año después de su fecha si se guardan en un lugar fresco y seco.
- Latas de conserva: Pueden durar años siempre que la lata no esté abollada, oxidada o hinchada, señales que podrían indicar contaminación.
- Embutidos y quesos curados: Su proceso de conservación permite que se mantengan en buen estado por más tiempo.
- Refrescos y alcohol: Son seguros para el consumo después de la fecha indicada.
¿Qué riesgos implica comer alimentos realmente caducados?
Consumir alimentos que han superado su fecha de caducidad puede provocar intoxicaciones alimentarias. Los síntomas más comunes incluyen vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre. Estos riesgos son especialmente altos para mujeres embarazadas, niños pequeños, ancianos y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
En definitiva, aprender a interpretar las etiquetas y confiar en nuestros sentidos nos permite aprovechar al máximo los alimentos, evitando riesgos para la salud y contribuyendo a un consumo más responsable y sostenible.
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