Revelado el enigma del viento solar rápido gracias a una investigación de la NASA
Un nuevo estudio basado en datos recopilados por la sonda Solar Parker Probe de la NASA ha logrado desvelar la fuente de este enigmático fenómeno.
Aunque el Sol es una presencia cotidiana en nuestras vidas, aún guarda muchos secretos por descubrir. Uno de ellos es el origen del viento solar rápido, que viaja a velocidades sorprendentemente altas y cuyo mecanismo de generación ha desconcertado a los científicos durante años.
Sin embargo, un nuevo estudio basado en datos recopilados por la sonda Solar Parker Probe de la NASA ha logrado desvelar la fuente de este enigmático fenómeno. Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista 'Nature'.
La misión de la sonda Solar Parker Probe
La sonda Solar Parker Probe es la nave espacial más rápida construida por la humanidad y está diseñada para acercarse lo más posible al Sol. Su construcción se ha basado en la resistencia a las altas temperaturas que se encuentran en las proximidades del astro rey.
Aunque aún no ha alcanzado su máxima aproximación (programada para 2025), la sonda ha volado lo suficientemente cerca como para detectar la estructura fina del viento solar cerca de su origen en la superficie solar. Esto ha permitido revelar detalles que se pierden cuando el viento solar se aleja de la corona en una explosión uniforme de partículas cargadas.
El descubrimiento de la fuente del viento solar rápido
El equipo liderado por Stuart D. Bale, profesor de física en la Universidad de California, Berkeley, y James Drake de la Universidad de Maryland-College Park, informa que la Parker Solar Probe ha detectado corrientes de partículas de alta energía que coinciden con la supergranulación que fluye dentro de los agujeros coronales. Esto sugiere que estas son las regiones donde se origina el viento solar "rápido", que viaja a una velocidad de 800 kilómetros por segundo.
Los agujeros coronales cambiantes
Los agujeros coronales son áreas en las que las líneas del campo magnético solar emergen de la superficie sin retroceder hacia el interior, formando líneas de campo abiertas que se expanden hacia el exterior. Durante los períodos de calma solar, estos agujeros suelen encontrarse en los polos y generan un viento solar rápido que no afecta a la Tierra.
Sin embargo, cuando el Sol se vuelve activo cada 11 años, estos agujeros aparecen en toda su superficie, generando ráfagas de viento solar que se dirigen directamente hacia nosotros.
Importancia de comprender el viento solar
Comprender cómo y dónde se origina el viento solar es crucial para predecir las tormentas solares, que pueden afectar a las comunicaciones, los satélites e incluso las redes eléctricas en la Tierra. Las tormentas solares, aunque normalmente solo causan las hermosas auroras boreales, en sus manifestaciones más intensas pueden causar estragos en los satélites y las redes eléctricas.
Según el análisis del equipo de investigadores, los agujeros coronales son como cabezales de ducha, con chorros espaciados uniformemente que emergen de puntos brillantes donde las líneas de campo magnético entran y salen de la superficie del Sol.
Cuando los campos magnéticos de orientación opuesta se cruzan en estos embudos, que pueden tener unos 30.000 kilómetros de ancho, se rompen y vuelven a conectarse, expulsando partículas cargadas al espacio. Esta reconexión magnética dentro de las estructuras de embudo resulta en la generación del viento solar rápido.
Un paso hacia la comprensión completa
El estudio realizado con la sonda Solar Parker Probe ha permitido obtener una fuerte evidencia de que la reconexión magnética es el mecanismo responsable del viento solar rápido. Aunque la sonda aún no ha alcanzado su máxima aproximación al Sol, los datos obtenidos hasta ahora respaldan esta conclusión.
El equipo de investigadores espera solidificar sus hallazgos con información recopilada en altitudes aún más cercanas al Sol. A pesar de los desafíos que representa acercarse demasiado a nuestra estrella, comprender el viento solar es esencial para mejorar nuestra capacidad de predecir y mitigar los efectos de las tormentas solares en nuestro planeta.