¿Vida en otros planeas? Astrónomos descubren una señal cósmica intrigante

El hallazgo de GPM J1839-10 se realizó gracias a observaciones adicionales después de un descubrimiento similar en la Vía Láctea.

GLEAM-X J162759.5−523504.3

Un enigma desde lo más profundo del espacio ha dejado perplejos a los científicos. Investigadores de la Universidad Curtin pertenecientes al International Centre for Radio Astronomy Research (ICRAR) han hecho un asombroso hallazgo: una señal de radio inusual que proviene de un lugar remoto ubicado a unos 15,000 años luz de distancia, y podría estar vinculada a un tipo de estrella aún desconocida.

El enigmático pulso estelar

Apodado como GPM J1839-10, este extraño objeto cósmico ha sido detectado emitiendo ondas de radio cada 22 minutos, un ritmo increíblemente lento en comparación con otras fuentes de ondas de radio pulsantes.

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Sorprendentemente, después de un análisis minucioso de los archivos, los científicos han descubierto que este pulso lento ha estado ocurriendo durante más de 30 años sin llamar la atención.

El desafío para la astrofísica

Natasha Hurley-Walker, astrofísica del ICRAR en Australia, explicó que la explicación más plausible es que la fuente sea un magnetar con una rotación extremadamente lenta.

Los magnetars son estrellas de neutrones altamente magnéticas que se forman después de la explosión de una supernova en el final de la vida de una estrella masiva. Estos objetos exóticos y extremos desafían nuestra comprensión actual de las estrellas de neutrones y los magnetars, lo que sugiere que algo verdaderamente inusual está ocurriendo.

El misterio del magnetar

Los magnetars son algunas de las estrellas de neutrones más magnéticas y enigmáticas conocidas en el universo. Son el resultado de catastróficas explosiones de supernovas y su comportamiento desafía nuestra comprensión de estos cuerpos celestes salvajes. 

Un descubrimiento revolucionario

El hallazgo de GPM J1839-10 se realizó gracias a observaciones adicionales después de un descubrimiento similar en la Vía Láctea hace tres años. 

El magnetar GLEAM-X J162759.5−523504.3 fue captado emitiendo ondas de radio cada 18 minutos durante aproximadamente un minuto, pero posteriormente se sumió en el silencio. Hurley-Walker y su equipo rastrearon los datos de archivo y descubrieron que GPM J1839-10 ha estado pulsando desde al menos 1988, escondido de la vista de los astrónomos durante 33 años. 

El descubrimiento de esta misteriosa señal de radio es un recordatorio de lo poco que aún conocemos del vasto universo que nos rodea. Los científicos continuarán desvelando sus secretos, pero mientras tanto, GPM J1839-10 se mantendrá como un emocionante rompecabezas que desafía nuestras concepciones actuales de las estrellas y los fenómenos celestiales. 

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