En Mundiales me sentía conserje del Compayito y Derbez: Alberto Lati

Uno de los mejores periodistas de México, el hombre que llegaba un año antes a sedes del Mundial y Olímpicos, reveló cómo se sentía en Televisa.

Alberto Lati trabajó por más de 15 años en Televisa. (IG @LatitudLati)

Fenomenal periodista, admirado por sus colegas y por la audiencia, Alberto Lati es reconocido por su facilidad con los idiomas (habla 13), su capacidad para contar historias más allá del deporte y sus incontables viajes a diferentes países del mundo, siendo el hombre "de avanzada" para Mundiales y Juegos Olímpicos en Televisa

El comunicador solía llegar entre 6 y 12 meses antes de la justa a las ciudades sedes. En esos momentos se sentía vital para la empresa, sin embargo, en cuanto llegaban todos sus compañeros "más famosos" se sentía desplazado dentro y fuera de cámaras.


"Yo era dueño de cada ciudad y de mis tiempos, pero llegado el evento parecía el conserje de Eugenio Derbez, del Compayito, de los comentaristas y hasta de López Dóriga porque todos me preguntaban todo, pedían consejos para todo en la ciudad. En Atenas tenía yo que rentar motocicletas para todos, en Sudáfrica tramitaba permisos para meter animales al estudio, en Beijing iba a ver los espectáculos para contratarlos para el programa", contó en entrevista con Toño de Valdés en YouTube.
"Mi problema principal era que mi rol durante cada evento nunca quedó claro. Yo entraba en crisis porque pasaba de ser el más importante durante año y medio previo a ser un nadie, me querían poner a presentar el análisis arbitral y yo no estaba para eso. Esas crisis las tuve todo el tiempo en Televisa y nunca se resolvieron a cabalidad".

El día que Lati le dijo a Azcárraga: 'Ya no quiero viajar'

Si bien tiene el que para muchos sería el "trabajo soñado", Alberto Lati reveló que sufrió de crisis de ansiedad y tristeza por pasar tanto tiempo lejos de su gente, por eso se atrevió a decirle al dueño de Televisa que ya estaba cansado.

Fue en una comida con Emilio Azcárraga que Lati le comentó que ya no quería viajar, pero el hombre más poderoso le hizo elogios que hasta hoy permanecen en su memoria y fue por eso que dio su brazo a torcer para acudir a la ciudad de Beijing casi un año antes de los Juegos Olímpicos del 2008.

"Rumbo a Beijing no quería hacer proceso de un año. Tenía una crisis en la que entendía que no podía vivir cambiando de país para siempre, iba rumbo a mis 30 años y quería hacer un camino sin tener que cambiar de país tan constantemente", recordó.
"Fui a una comida con Javier Alarcón, Emilio Azcárraga, Pepe Bastón y Bernardo Gómez. Terminando la comida, muy sutilmente Alarcón me dice: 'Tú te vas con ellos' y estuve con Emilio toda una tarde hablando, todos me dijeron lo importante que era lo que hacía y cómo estábamos haciendo historia, siempre tuve gran apoyo de Emilio hasta el último día. Yo con el caos en mi cabeza y queriendo decirles que ya no quería viajar, pero que gente de ese peso te diga lo importante que eres y que me pedían irme a Beijing", añadió.

Cómo define Lati a Alarcón y su primera gran cobertura

La Eurocopa del 2000 fue el primer evento internacional del que Beto Lati tomó parte presencialmente para Televisa, después hubo una revolución en el área de deportes con el nuevo liderazgo de Javier Alarcón, de quien explicó a grandes rasgos cómo era trabajar a su lado y la gran encomienda que le dio de irse a Japón para el Mundial 2002.

"Los Olímpicos de Sydney, para la percepción pública, no fueron buenos para Televisa, que en aquel entonces aún ni siquiera era Televisa Deportes, en el rating no fueron positivos. Llega Javier con un gran presupuesto y empuje para una revolución, traía un nivel de ideas muy ambiciosas, pero a veces desordenadas y desarticuladas", explicó.
"Yo tenía varicela, me pegó muy fuerte. Sonó mi teléfono y era Javier Alarcón para decirme que quería que me fuera a Japón. Le dije que perfecto, que el Mundial era en nueve meses y me respondió que quería que me fuera en una semana. Dije que sí y pregunté qué quería que grabara para cápsulas, pero me dijo que quería que me fuera a vivir a Japón. Dije que sí de inmediato, supe que era el momento de diferenciarme del resto o me quedaría en el punto medio toda mi carrera".

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