Tiburón ataca a mujer: ¿Por qué ocurrió el ataque mortal en Jalisco?
Rivera Cervantes, experto de la Universidad de Guadalajara (UDG), abordó la carencia de datos acerca de la vida marina y mencionó la colocación de elementos inflables en las costas de Cihuatlán.
La trágica muerte de María Fernanda Martínez Jiménez, víctima de un ataque de tiburón en la playa de Melaque, podría haberse evitado, según el análisis del académico de la Universidad de Guadalajara (UDG), Luis Eugenio Rivera Cervantes.
El especialista señala que la fauna marina busca refugio en áreas sombreadas, las cuales suelen generarse con juegos inflables, como los presentes en Melaque, a pocos metros de la playa donde ocurrió el fatídico incidente con María Fernanda.
¿Por qué ocurrió el ataque?
"Había unos juegos inflables que abarcan más o menos unos 30 metros cuadrados, propician una sombra en la parte inferior, estamos hablando de una zona no profunda de máximo tres metros de profundidad, esto hace que la fauna marina, llámese cangrejos, langostas, peces, acudan a refugiarse en estas zonas de sombra", explicó Rivera Cervantes.
El académico enfatiza que estas áreas se convierten en refugios naturales que atraen a depredadores, incluyendo tiburones. Además, destaca la falta de conocimiento de quienes autorizaron la colocación del juego inflable en la playa de Melaque. Hace un llamado a las autoridades para que se informen sobre los riesgos asociados.
"El llamado es a la autoridad o a los particulares que luego colocan este tipo de juegos para que antes se asesoren, para que antes pregunten a los especialistas qué riesgos hay de colocar este tipo de estructuras", subraya.
Un hecho insólito que podría haberse evitado
Rivera Cervantes destaca que los tiburones en Cihuatlán se encuentran en una zona de distribución natural. Sin embargo, considera insólito que se haya producido el primer ataque de tiburón en la historia de esta bahía entre Barra de Navidad y Melaque, conocida previamente como una de las playas más tranquilas y seguras.
El académico enfatiza que los tiburones no consideran a los humanos como parte de su dieta y que el ataque pudo haber sido una acción exploratoria del animal. Destaca que, si el tiburón realmente hubiera querido alimentarse de la persona, la situación habría sido más grave.__¡"Simplemente llegó y quiso probar qué era eso que estaba ahí nadando y entonces, por el tamaño del animal, por el tamaño del hocico del animal, por la dentadura porque tienen varias hileras de dientes extremadamente filosos, se dio desgraciadamente esta situación", explica.
Finalmente, Rivera Cervantes hace hincapié en que los seres humanos no están adaptados para estar en el mar y que a menudo olvidan que al entrar, se vuelven susceptibles a ataques involuntarios de seres marinos, como lamentablemente ocurrió con María Fernanda.