Isco inspira a De Miñaur, quien representa 'con honor' a la próxima generación del tenis

El australiano de sangre española y uruguaya es aficionado al Real Madrid por su madre, pero tenista por la influencia de Lleyton Hewitt.

A pesar de que su padre es uruguayo y su madre española, Alex De Miñaur prefiere representar a Australia en el circuito de la ATP, tal y como hizo su gran ídolo Lleyton Hewitt. Aunque eso sí, el Real Madrid se quedó para siempre en su corazón desde que de niño lo vistieron con el uniforme merengue.

Oriundo de Sidney, Alex no tenía ni 5 años cuando su madre Esther lo comenzó a vestir con la playera del Madrid. Pero a pesar de su ADN blanco, a De Miñaur lo sedujo más la euforia con la que sus compatriotas australianos apoyaban a Hewitt, quien se volvió su mentor.

“Yo nací en Australia, mi padre es uruguayo y madre española, nos mudamos a Alicante unos años, hemos estado ahí y en Australia de vuelta en vuelta. De pequeño admiraba mucho a Lleyton y veía sus partidos, él me ha ayudado un motón y creo que es un jugador que me veo e intento reflejar muchas de sus cualidades y llevarlas a mi juego”, dice a Mediotiempo horas antes de su debut en el Abierto de Acapulco.

Hewitt se convirtió en su principal consejero, además de entrenador. El primer aviso que le dio Lleyton se quedó grabado para siempre en la mente de De Miñaur: “Creer en mí mismo, creer que pertenezco al tour y puedo jugar con los mejores”.

Pero así como Hewitt es clave en el desarrollo del juego de este chico de 20 años, también lo es Isco. Su más grande ídolo del Real Madrid es su inspiración a la hora de copiar movimientos tan inteligentes como pausados en las pistas, así como hace el 22 merengue en el campo.

Mi jugador favorito tendría que ser alguien como Isco, siento que nunca cuando tiene el balón en sus pies se siente apurado, siempre se siente como que tiene tiempo y mucha tranquilidad, eso es lo que intento aplicar en la pista y estar tranquilo”, explica De Miñaur, quien hace unos días compartió una foto suya de hace 15 años en Instagram vestido con el uniforme merengue.

“Fue mi madre”, responde entre risas, cuestionado sobre quién le había regalado la playera. “Ella nació en Madrid y es madridista al 100 por 100; yo sigo apoyando al Real Madrid”.

Actualmente, el apodado Demon es número 26 del mundo, la posición más alta en el ranking de su carrera. Una muestra del exponencial crecimiento de este Next Gen, pues hace exactamente un año estaba en el escalón 137.

“Es un verdadero honor para mí”, asegura el residente Alicante sobre el hecho de pertenecer a la generación llamada a tomar la estafeta de Federer, Nadal y Djokovic. “Significa que estoy haciendo un muy buen tenis, 2018 fue un donde me sentí bien en el ATP Tour y me da confianza, estoy creyendo en mí mismo, en mi juego y estoy intentando dar buenos partidos”.

Su superficie favorita es la yerba, pero igual se siente cómodo en dura, aunque la sangre española que corre por sus venas le clama a gritos deslizarse por tierra batida. Quizás, esa mezcla hispanouruguaya en De Miñaur sea el antídoto perfecto ante los talentosos pero intermitentes Tomic, Kyrgios y Kokkinakis.

“Al final yo de lo único que me preocupo es de hacer lo mío, tengo un grupo de personas que me están ayudando y preocuparme en hacer todo lo que pueda hacer bien en la cancha, eso es para mí lo más importante, todo lo que tenga en mi poder para ser mejor cada día”, afirma.

“Siempre va a haber presión, vas a tener presión que te pones tú mismo y la presión e afuera, tienes también de la afición y de todo. Tienes que aprender a vivir con ello y a disfrutarla, es parte de este deporte y al final tienes que preparar los partidos lo mejor que puedas y jugar lo mejor cada partido”.


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