Faitelson le reprocha a Orozco y Agúndez por ‘festejar la desgracia de los rivales’

Las clavadistas mexicanas se colgaron el Bronce en Tokio 2020, pero tuvieron un ‘tropiezo’ previo a este logro.

Las clavadistas mexicanas se llevaron el Bronce en Clavados Sincronizados. (Foto: Twitter)

México ya sumó su segunda Medalla en Tokio 2020 de la mano de Alejandra Orozco y Gaby Agúndez, quienes se llevaron la de Bronce en Clavados Sincronizados, pero tuvieron un ligero ‘tropiezo’ al ver el último clavado de las atletas de Japón.

David Faitelson, fiel a su estilo, le reprochó esta conducta a las clavadistas mexicanas, pues reconoce su labor en la plataforma de 10m pero no cree que esos gestos de celebración hayan sido correctos.

¿Qué hicieron las mexicanas previo a ganar el Bronce?

Como se pudo ver en la transmisión del evento, durante la quinta y última ronda de clavados, las mexicanas tuvieron un buen desempeño y casi llegan a los 300 puntos; ellas pasaron antes que las japonesas, quienes definirían su México ganaba Medalla o no.

Cuando Japón ejecutó su último clavado, Alejandra Orozco y Gaby Agúndez saltaron de emoción y celebraron tras ver a las niponas, en señal de que sabían que no habían tenido una buena ejecución y que la Medalla de Bronce estaba cerca.


El comentario de Faitelson a las clavadistas

El analista de ‘ESPN’ le recriminó a Orozco y Agúndez esta actitud, pues considera que está bien celebrar sus logros más no la desgracia ajena, hecho que lo indignó hasta cierto punto pero no dejó de aplaudirles lo que hicieron en Tokio 2020.

“En el deporte debe prevalecer siempre la honorabilidad y el respeto. Puedes y debes festejar tus triunfos, pero no la desgracia o la caída de tus rivales, mucho menos en un deporte como los clavados. Por lo demás, gran trabajo de Alejandra Orozco y de Gabriela Agundez...”, escribió Faitelson.

Muchas personas respondieron a este tweet y hubo opiniones encontradas, pues una parte le dio la razón y comentó que ‘estuvo mal lo que hicieron’, pero de igual forma le dieron el lado a las mexicanas, reconociendo que ‘todos en casa hicieron lo mismos que ellas’.

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