The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, el sorpresivo último baile de Hyrule en la Nintendo Switch
El nuevo título de la Gran N es una excelente oportunidad para iniciar por primera vez con Zelda, o volverte a enamorar de su fórmula '2D'.
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom es el más reciente título de la ‘saga más legendaria de Nintendo’, que plantea muchos cambios con relación a lo que popularmente es conocido como la ‘línea 2D’ y cuyo anuncio nos tomó a todos por sorpresa a mitad de año.
Parecía que Nintendo ya había cerrado las filas para la Switch, y que las grandes novedades llegarían para la nueva consola. Pero no podíamos estar más equivocados; como siempre, la ‘Gran N’ dio con el factor sorpresa para, no sólo lanzar un título como pensamos que ya lo veríamos sino que también por hacerlo acompañado por una revolución.
Pongamos en contexto. En 2023, salió al mercado The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, la que parecía la entrega definitiva seis años después del muy alto parámetro que puso Breth of the Wild, y que no decepcionó. Parecía ser de los últimos grandes first party para la híbrida pero no fue así, pues además se anunciaron títulos como Mario Party: Jamboree y Mario & Luigi: Brothership.
Si bien en 2019 salió Link’s Awakening, un remake para la Switch, que es un juegazo y un infaltable en tu catálogo especialmente si no jugaste el título original para la Game Boy Advance, desde 2015 que no veíamos un título de esta naturaleza, con Tri Forces Heroes y sus peculiares mecánicas, con un título que no terminó de encantar a todo el público como sí otras entregas.
Entonces, cuando parecía que todos los esfuerzos del mundo de Zelda apuntarían a al nueva fórmula de mundo abierto, llega sin que nadie lo pensara Echoes of Wisdom para demostrarnos, no sólo que no se ha terminado el estilo clásico de la franquicia, sino que aún tiene mucho para darnos.
La libertad
Hoy en día, los gamers nos hemos vuelto muy exigentes en algunos aspectos. Terminaron los tiempos en donde nos devorábamos hasta el más mínimo detalle un título por más malo que fuera, y los desarrolladores lo saben muy bien. En la actualidad, la internet nos permite saber si el algo es 'bueno' o 'malo', si es lo que esperaban las personas en general, o algo diferente y cuáles son los 'problemas' que hay con un producto; y esto no sólo aplica para los videojuegos, basta con ver lo ocurrido con la película Joker 2 e incontables ejemplos.
En ese sentido, la nueva filosofía de The Legend of Zelda queda de manifiesto en su nueva entrega: la libertad para el jugador, que está acompañada por el otro gran punto que es necesario en estos casos, y son las herramientas que ofrecen los desarrolladores; el hecho de sentir que tú has descubierto la manera de hacer algo es lo que le da un toque añadido de magia a esta saga desde 2017, y que se imprime por primera vez en un juego como éste.
Esto, sin contar el orden en que puedes hacer las cosas, que es el que tú desees. Asimismo, podrás intentar realizar las tareas que te solicitan como te plazca y en el momento que elijas, sin dejar de jugar en todo momento; si quieres recorrer los amplios terrenos del mapa, que nos recuerda un poquito al de A Link to the Past, está excelente. Pero si quieres ir directo al punto, también es válido aunque no por ello será una línea recta, pues tendrás que ingeniárselas con tu propia ruta.
Zelda, protagonista
En otro aspecto que esta entrega se sale del guión, es obviamente en el hecho de presentar a la querida princesa de Hyrule como la flamante protagonista de nuestra aventura: quien se ensucia las manos y que, de paso, tiene que rescatar a Link.
Este cambio, más que uno de los acusados aspectos de 'inclusión forzada' que tanto enuncian los trolls de internet, me que es un cambio acertado. Echoes of Wisdom sí es una revolución pero también me parece una ‘lluvia de ideas’ materializada en videojuego. Hubiera sido un poco extraño ver a Link como protagonista de este juego con tantas cosas nuevas, y qué mejor que marcar una nueva etapa con grandes cambios de por medio: una protagonista que muchos pedían desde hace, quizás, décadas.
Esto, gracias a la llegada de Tri, un ser mágico que cede parte de su poder a Zelda para poder crear copias a placer, una mecánica que puede llegar a estra un poco ‘rota’ pero creo que enriquece el punto anterior de la libertad. Si deseas usar lo más fácil, está perfecto; pero si quieres crear tus propios métodos, también es válido y el juego te lo permite.
Los personajes
Y ya hablando de lo increíble que es Tri en muchos aspectos, podemos hablar de los personajes. Tengo un pequeño conflicto con una cosa, y es que, por momentos, nadie parece conocer a Zelda. Si bien, no es aún la monarca dado que es hija del rey de esta versión de Hyrule, nunca nadie la reconoce, ni siquiera los propios mandatarios de otras tribus. A nivel argumentativo, todos parecen estar poco comunicados y muy metidos en los problemas de su comunidad, algo que le daría cierto sentido a esto pero no pasa de ser una hipótesis, al menos que la capucha de Link realmente esconda tan bien su identidad (no lo hace).
De ahí en fuera, los personajes tiene todo el potencial para volverse entrañables para los jugadores. Desde viejos conocidos como la siempre querida sheikah Impa, pasando por una historia de las complejidades que hay entre madre e hija con las Gerudo, un conflicto entre dos tipos diferentes de Zoran (la inclusión de ambos tupos es genial); los Goron, aunque un poco lejos del radar; y la mejor parte de todos: los Deku.
El regreso de estos particulares seres me parece una de las más gratas elecciones en el diseño del juego, y su papel aunque no es protagónico, es profundo. Son esos seres mucho más enfocados en hacer negocios por toda la región que por estar en peleas internas sin sentido; además de la forma excepcional en que dominaron el pantano y sus dominios se extienden, aparentemente, más que cualquier otra cultura.
Los realmente pocos problemas del juego
Todo tiene un lado ‘B’. Y aunque como fan de la saga es complicado admitir las imperfecciones, también son parte de, aunque a mi parecer, son casi insignificantes al lado de lo bueno que hay para decir.
Uno es técnico, y una cantaleta ya conocida en la Switch: el rendimiento. Por momentos, especialmente cuando exploras las zonas abiertas, parece que la consola no termina por renderizar los mapas el tiempo real, y se vuelven comunes y un poco molestos los bajones de fps, algo que realmente no entorpece en términos generales la experiencia.
Independientemente de eso, el aspecto gráfico, retomado del remake de Link’s Awakening, es hermoso, aunque ciertamente algunos escenarios pueden parecer repetitivos y sin tanto por ofrecer.
Esto se conecta con otro punto conflictivo, y es que a veces en las zonas abiertas no hay mucho por hacer. Quizás por falta de tiempo, no se pudo desarrollar más, algún tipo de objeto para farmear o coleccionables más allá de los sellos. Sin embargo, esto no es una generalidad absoluta, pues aún con eso, el juego suele recompensar la curiosidad y el afán de querer llegar a los espacios más recónditos.
Ya por último, señalar el problema con las muy pocas mazmorras y lo lineal que pueden llegar a ser las brechas, que si bien no pierden su esencia y muchas veces te ponen a pensar como nos encanta a los 'zelderos', no dejan de ser un pequeño salto para atrás en cuestión de reto y diseño de niveles, especialmente cuando hablamos de la 'línea 2D' de Zelda.
Conclusiones
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom es una auténtica revolución necesaria y seguramente la línea sobre la que irá la 'nueva' línea 2D de la saga. Es un terreno fértil donde habrá muchas ideas que retomar y, naturalmente, otras que desechar.
Esta nueva versión de Hyrule se siente completamente viva y llena de colores. Es un deleite perderte en su mundo y descubrir cosas por ti mismo aunque a veces algunas zonas parecen interminables y no estás seguro de que haya algo al final del camino; aquí, ningún lugar es imposible de alcanzar gracias a las herramientas y la bien concedida libertad al jugador, algo que siempre vamos a agradecer.
Como todo, tiene sus problemas. los cuales son ínfimos al lado de todo lo bueno, como su jugabilidad, sus posibilidades y sus entrañables personajes que tienen una personalidad única y con historias simples pero no aburridas por contar-
Este juego cumple con el objetivo primordial de un título que es divertir, y tú eliges cuánto apresurar o extender tu experiencia, pues este Hyrule siempre estará listo para recibirte con la calidez de sus habitantes, sus mapas extensos y un prometedor porvenir para futuras entregas de esta naturaleza en al rededor de 30 horas obligadas de diversión.
Sin lugar a dudas, The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom se convirtió en un infaltable inmediato para cualquiera que tenga una Nintendo Switch, y es una gran oportunidad para volver a enamorar a los fans de la vieja escuela; o de iniciar por primera vez a los nuevos, por las herramientas que facilitan el progreso del juego.