Empleado despedido cobra VENGANZA de su empresa con un ataque DIGITAL

Este caso, que parece sacado de una película, pone de manifiesto los riesgos y consecuencias de la venganza digital.

Programador cobra venganza

Miklos Brody, un ingeniero que anteriormente trabajaba para un banco y gestionaba los sistemas en la nube de la empresa, ha sido condenado a dos años de prisión por cargos de "intrusión en la red y mentir deliberadamente a una agencia gubernamental"

Este caso, que parece sacado de una película, pone de manifiesto los riesgos y consecuencias de la venganza digital. 

Nueva comisión para 2024 por retirar dinero en cajeros BBVA; Así la puedes evitar

Miklos enfrentó la ira de su empleador después de ser despedido por una peculiar forma de indisciplina: ver material pornográfico y sustraer información de la empresa desde su computadora de trabajo. 

La situación se complicó aún más cuando se descubrió que utilizó su USB para transferir dicho material, alegando inicialmente que la memoria pertenecía a amigos que le habían asegurado que contenía la película 'The Matrix'. 

¿Cómo planeó su venganza?

Herido por el despido y enojado por el regaño, Miklos llevó a cabo una venganza meticulosamente planeada. Después de llevarse la computadora de la empresa a su casa, inició sesión en el sistema de TI y eliminó código esencial para el funcionamiento de la empresa

Utilizó un script para borrar registros, bloqueó el acceso a la plataforma para varios compañeros y envió por correo el código en el que había estado trabajando antes de ser despedido. Para complicar aún más las cosas, fingió que otro programador senior era el responsable del ataque.

Cuando la empresa solicitó la devolución de la computadora, Miklos se negó, alegando que le habían robado. Cuando la policía intervino, proporcionó una falsa coartada, lo que resultó en una condena más grave por intentar engañar a una agencia gubernamental. Durante la audiencia, admitió su culpabilidad, reconociendo que sus declaraciones previas eran falsas.

Este caso costó a la ex empleadora de Miklos una suma considerable, marcando un precedente sobre las graves consecuencias de la venganza digital. Aunque Miklos enfrentará dos años de prisión, su intento de provocar el caos destaca la importancia de las medidas de seguridad empresarial y la necesidad de prevenir acciones malintencionadas de ex empleados. 

NOTAS MÁS VISTAS