¡Póngale cero! ‘Queman’ a diputado de Morena por no saber leer

Y para colmo, era un diputado que forma parte de las Comisiones Unidas: Educación, Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social, quien demostró que, en lectura, como le diría el Chavo del Ocho al profesor Jirafales, tendrían que ponerle cero.

José Alberto Granados Dávila, vocal del partido Morena en Tamaulipas, durante una comparecencia denotó que le cuesta darle lectura a los discursos que le escribe su equipo, o tal vez el culpable fue quien realmente se aventó esas líneas para que se ‘luciera’ el jefe.

El chiste es que, al momento de tomar la palabra y ayudarse de aquel escrito, lo que provocó fue la risa de su compañero de a lado, y éste, a su vez, de los presentes en aquel evento solemne.

¿Cómo leyó el diputado Dávila?

Tal vez presa del nerviosismo, Dávila se ‘cuatrapeó’ luego de que había hilado bien 16 palabras, porque entonces comenzó su suplició, las burlas, y el 'cállate' a quien se sentó junto a él, manchado, la verdad.

“De igual manera las acciones señaladas, que en el marco legal reconoce a nivel nacional, la ide, ide, idenocidad, de participación no, no aux, no auxiliar, protago, ní, ca, protagónica, para (‘cállate’), por parte de quienes sumen los esfuerzos en el entorno escolar a las responsabilidades asignadas en el estado, por conducto de los maestros y directivos”.

¿Cómo fue la reacción en redes sociales?

Como era de esperarse, y luego de que se hizo viral este video, las críticas hacia el político no se hicieron esperar, por la poca preparación que demostró de un conocimiento que supondría ser básico en la formación educativa.

Algún usuario comentó que no era necesario ventilar de que bando era, pues es evidente, y otro más, en modo ocurrente, que ‘en enero son las inscripciones’, como el anuncio de la SEP para ingresar a los niños a preescolar y primaria.

¿Otro error?

Y para enmarcar la pifia, en el canal de transmisión, y por la pieza que se subió a plataformas, se encontró un error más, pues el segundo apellido del legislador tamaulipeco sale mal, pues dice Fávila, y es Dávila. Peor, imposible.

​

​

​

​