Columna de Raquel Pérez de León

El ácido láctico, todo lo que necesitas saber

¿Adolorido después de hacer cuestas, o luego de una rutina de fuerza? El responsable es el ácido láctico o lactato, uno de los compuestos que se genera en el cuerpo después de un ejercicio intenso. Aquí todo lo que necesitas saber.

¿Qué es el ácido láctico?

Cuando corres o haces cualquier tipo de actividad física necesitas combustible, y hay diferentes tipos. Por ejemplo, si vas trotando a un ritmo en el que puedes ir platicando, es cuando “quemas” grasa corporal, pues a tu cuerpo le da tiempo de convertirla en energía.

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Sin embargo, entre más intenso es el ejercicio, esa energía se requiere de manera más rápida, es decir, de la glucosa directamente. A mayor intensidad del ejercicio, se necesitan más carbohidratos y, en condiciones en las que la intensidad es tan alta que te falta el oxígeno (cuando ya no puedes hablar), la glucosa se degrada hasta convertirse en ácido láctico, la forma más rápida de energía. Esto sería cuando haces un cierre a máxima velocidad para llegar a la meta.

No hay ningún problema en que tu cuerpo genere ácido láctico, siempre y cuando sea por un tiempo corto. Pero, si se empieza a prolongar, es cuando comienza la fatiga y ardor muscular y, en casos extremos, náuseas, calambres y mareos. Por ello las personas que nunca han hecho ejercicio deben empezar a hacerlo de manera gradual, sin someterse a entrenamientos tan intensos que puedan causarles este tipo de dolor.

El umbral de lactato

El famoso umbral de lactato es la intensidad del ejercicio en la que el ácido láctico empieza a acumularse en la sangre. Entre más entrenado estés, podrás correr más rápido sin elevar tanto tu frecuencia cardiaca y sin generar ácido láctico, por lo que este umbral es como una calificación a nuestra capacidad aeróbica.

¿Cómo saber cuál es tu umbral? Realizándote una prueba de lactato, en la cual tendrás que correr a distintos niveles de intensidad, e ir midiendo tu nivel de ácido láctico. Esto se hace mediante una muestra de sangre, un pequeño piquete en la oreja o en el dedo, y después se introduce la tira en un aparto que nos puede dar la medición exacta.

¿Qué hacer para evitar el ácido láctico?

La clave es llevar un entrenamiento adecuado y personalizado, que tome en cuenta tu capacidad física y tus objetivos. Además, es importante llevar una buena alimentación y aprender qué comer antes, durante y después de tus sesiones de carrera, para que así no se te acabe el combustible y logres recuperarte correctamente.

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