En lesiones y trastornos alimenticios, el nutriólogo puede ser 'clave' en el atleta
Los trastornos alimenticios son muy comunes en deportistas, quienes deben tener una dieta equilibrada; las proteínas son fundamentales.
Los atletas de alto rendimiento, como los que hoy participan en los Juegos Olímpicos de París 2024, no sólo se entrenan en lo deportivo, tener psicólogos y nutriólogos es tan importante como el contar con sus entrenadores.
Y es que las lesiones y trastornos alimenticios son muy comunes en los deportistas, y todas las áreas se ven involucradas, como la del nutriólogo, el cual es clave para ayudar al atleta en estos dos problemas.
Esto se debe a que una buena alimentación con una cantidad de proteínas recomendada por un especialista, puede prevenir o ayudar a sanar las lesiones, ya que interviene en la reconstrucción del músculo; es así que mediotiempo entrevistó a la nutrióloga Lilia de la Vega para ahondar en este tema.
“La parte de la nutrición deportiva no solamente se va a basar en decirle al deportista que va a comer durante la etapa de la competición, sino es un trabajo que se tiene que hacer durante todo su entrenamiento, así como tiene que mejorar la técnica, tiene que mejorar el tiempo, tiene que mejorar todas estas herramientas que son las que se van a evaluar en estos juegos”.
Proteínas, indispensables para evitar lesiones o sanarlas
“Las proteínas es uno de los nutrientes esenciales y base en todos los tipos de alimentación que tenemos, hagamos o no ejercicio, pero en este caso, por ejemplo, las proteínas en un atleta de alto rendimiento va a tener diferentes funciones. Me va a ayudar a mejorar, por ejemplo, la construcción muscular, a crear una masa muscular, más no significa que la proteína sea específicamente el único nutriente que mi atleta necesita para crecer su músculo. Sí es básico, sí es importante, sí, pero en un atleta de alto rendimiento también me va a ayudar a la regeneración de las fibras musculares que se van gastando durante el ejercicio, me va a ayudar también muchísimo a la parte de también darle energía, darle mayor soporte, mejorar la recuperación entre entrenamientos”.
Incluso, no es igual la preparación que tiene el atleta durante entrenamientos de rutina a las que tiene precompetitivos o postcompetitivos, que son etapas de recuperación, pero el aporte de proteína siempre debe de estar cuadrado o debe de estar cuantificado hacia la cantidad personalizada que requiere el atleta.
“Hay normas de trabajo y todo esto que me están marcando que podemos trabajar desde 1.6, 1.7 gramos de proteína por kilogramo de peso objetivo o actual, dependiendo qué es lo que queramos lograr con el atleta, hasta 2, 2.1 gramos de proteína por cada kilogramo de peso que tengamos como objetivo alcanzar o el que queremos mantener”.
Consecuencias por no consumir las proteínas adecuadas
La dieta para un atleta de alto rendimiento debe de estar equilibrada en la cantidad de proteínas, carbohidratos y grasa que va necesitando de forma personalizada, pero en el caso de las proteínas, puede haber consecuencias si no se consume la cantidad recomendada.
“Puede pasar es que en lugar de estar ganando un volumen muscular puede estar perdiendo masa muscular, se está auto comiendo de cierta manera este músculo que ya tiene, entonces no lo está manteniendo en crecimiento, no lo está siquiera manteniendo en el nivel con el que empezó a trabajar. Puede también ser propenso a lesiones musculares o a que tenga algún tipo de desgarre o algún tipo de malestar durante el entrenamiento. Evidentemente no estaría cubriendo su aporte calórico tampoco y eso le crearía un déficit de energía, lo cual no le ayudaría a rendir de la manera en la que se espera o no va a dar el resultado que esperamos que esté dando”.
De la Vega señala que se debe cuidar el tipo de proteína que consume el atleta, ya que existen de origen animal, como la carne, pollo, huevo, pescado, mariscos, así como de origen vegetal, como el grupo de las leguminosas, que son los frijoles, habas, garbanzos, lentejas, entre otros.
“Su absorción y aprovechamiento es diferente entre cada uno de este tipo. Yo necesito darle a mi atleta proteínas que realmente absorba y aproveche para evitar esta deficiencia. Por ejemplo, si sólo trabajamos con proteínas vegetales, me puede causar una deficiencia en el aporte de vitaminas del complejo B, en el aporte de hierro. Entonces mi atleta puede presentar incluso una anemia, puede tener mucha fatiga, va a tardar también más tiempo en recuperarse entre entrenamientos”.
Las proteínas son fundamentales para la construcción y reparación de los tejidos musculares. La cantidad que deben consumir los atletas depende de la intensidad de su entrenamiento, pero también influye si se tiene que combatir una lesión.
“Sí, fíjate que sí se modifica la cantidad de proteínas que nosotros recomendamos cuando hay algún tipo de lesión, porque al final las proteínas son estructuras de creación, o sea me ayudan a crear tejidos, a recuperar tejidos corporales, musculares y demás, entonces sí llegamos a tener un incremento en el requerimiento de proteína a costa de la lesión que se haya tenido, incluso si mi atleta llega a tener una intervención médica, una intervención quirúrgica o una enfermedad o como una infección o algo por el estilo, sí tenemos que estar también modificando ahí la parte del consumo de proteínas”.
Trastornos alimenticios, comunes en deportistas
Los trastornos de la alimentación son comunes en los deportistas, según revela De la Vega; son enfermedades médicas graves por alteraciones en las conductas alimentarias, y se suelen presentarse por presionarse para tener algún peso en específico, enfocarse en su apariencia, obsesionándose con la pérdida de peso o la forma corporal, por lo que apuntan al control de los alimentos que consumen.
“Fíjate que es complicado porque al final la vida deportiva, y me refiero a deporte, no solamente a deportes olímpicos, sino también ejercicios y deportes como el ballet y todo esto, que son deportes que me están demandando estéticamente e incluso culturalmente un peso, una imagen, y eso pasa, y es súper común, es muchísimo más común de lo que creen, los trastornos de la conducta alimentaria en personas que realizan algún tipo de actividad física ya de una forma profesional, porque es tanta la presión que ellos tienen, o sea, la presión de dar el peso, la presión de no subir centímetros de cintura, que es súper común, por ejemplo, en las bailarinas y todo, en las gimnastas, incluso si te pones a evaluar las gimnastas de hace 50 años con las gimnastas de actualmente, su composición física ha cambiado, porque hemos también trabajado mucho en contra de esta parte de causar un conflicto emocional”.
Los trastornos alimenticios pueden causar diversos problemas de salud, ya que puede provocar anemia, dañar el corazón, aparato digestivo, huesos, dientes, boca, causar depresión, ansiedad, autolesiones, comportamientos suicidas, entre otros.
“Puede generar en el caso de las mujeres una menorrea, que es la pérdida del periodo menstrual por mucho tiempo, y eso me va a impactar también en mi edad reproductiva y todo, me puede causar también anemias, me puede causar el no tener la energía suficiente para realizar la actividad física, un desmayo, un colapso en la actividad. Entonces yo sí recomiendo que desde que nosotros tenemos la intención de hacer una actividad física, nos acompañemos de un especialista de la salud”.