La villana del hielo: Tonya Harding y el episodio más oscuro del patinaje

Enferma de envidia y celos, Harding, su esposo y un guardaespaldas mandaron fracturar a Nancy Kerrigan, quien era su compañera en el equipo olímpico de EE.UU.

La historia de Tonya Harding fue llevada al cine en una película protagonizada por Margot Robbie. (AP)

El hielo puede ser hermoso, pero también macabro y ruin. Tanto como el plan que fabricó la patinadora estadounidense, Tonya Harding, junto a su entonces esposo y un guardaespaldas para fracturar a su compañera de equipo, Nancy Kerrigan, e impedirle competir en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994 de Lillehammer, Noruega.

¿QUIÉNES SON TONYA HARDING Y NANCY KERRIGAN?

En 1994, Tonya Harding y Nancy Kerrigan eran dos jóvenes que formaban parte del equipo de Patinaje Artístico de los Estados Unidos para los Juegos Olímpicos Invernales de ese año. Kerrigan, con mucha más calidad que Harding, no solo era la mejor de ese país, también amplia favorita para llevarse el Oro en la justa deportiva.

EL PLAN MACABRO

Como es natural en los atletas, más allá de que sean compañeras de equipo, la competencia es muy fuerte, pero casi siempre bajo el espíritu del juego limpio... casi siempre. Entre ambas no había sana rivalidad, al menos no del lado de Tonya Harding, porque en enero de 1994 Nancy Kerrigan fue misteriosamente atacada por un hombre al terminar una sesión de entrenamiento para el Campeonato de Patinaje Artístico de Estados Unidos en Detroit. La intención, fracturarle la pierna derecha y dejarla fuera de Lillehammer.

Nancy fue severamente lastimada, pero para su fortuna no alcanzaron a fracturarle el hueso, aunque tuvo que retirarse del Campeonato Nacional; curiosamente, Harding ganó ese evento y aseguró su boleto a los JJ.OO. 

En un principio no se sabía quién había sido el agresor ni el móvil del ataque, pero el 1 de febrero, el esposo de Tonya, Jeff Gillooly, aceptó ante las autoridades ser junto al guardaespaldas, Shawn Eckhardt, los culpables intelectuales del ataque a Kerrigan al contratar a un sujeto de nombre Shane Stant, quien atacó a la patinadora con un bastón telescópico. Gillooly en su testimonio incriminó a Harding, pero ella fingió demencia y negó una y otra vez tener que ver con el macabro plan.

LA INCREÍBLE MEDALLA DE KERRIGAN Y EL FIN DE HARDING

La declaración del esposo de Harding fue dos semanas antes del inicio de los Juegos Olímpicos; mientras el caso se desahogaba, Tonya pudo concursar en la que a la postre fue su última competencia importante. Pese al brutal ataque, Nancy Kerrigan se recuperó, compitió y ganó la Medalla de Plata en Lillehammer; Harding ni siquiera quedó en las diez primeras.

Casi un mes después de los Olímpicos, Tonya Harding fue acusada del ataque y enjuiciada en el Condado de Muttnomah, Oregon. Para evitar la cárcel, el 16 de marzo se declaró culpable de "conspiración para obstaculizar el enjuiciamiento de los atacantes a Kerrigan" y fue sentenciada a tres años de libertad condicional, 500 horas de servicio comunitario y una fianza de 100 mil dólares.

JAMÁS SE DISCULPÓ CONMIGO: NANCY KERRIGAN

Lo peor para Tonya fue que la Asociación de Patinaje de Estados Unidos también hizo su propia investigación y el 30 de junio de 1994 decidió quitarle el Campeonato de EE.UU. que ganó ese año, además de prohibirle de por vida participar en eventos de la Asociación como patinadora o entrenadora, con lo que su carrera finalizó de la manera más escabrosa posible. Muchos años después, Harding reconoció solo haber escuchado "algo" del plan entre su exesposo y su guardaespaldas. Jamás se disculpó con Kerrigan, según la propia Nancy.

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