'Cartera vs cantera' en el Super Bowl; Rams y Bengals, por la gloria de la NFL

Con metodologías de trabajo totalmente opuestas, los Rams van por su segundo título de la historia y Cincinnati por el primero.

Rams y Bengals se miden por el título de NFL. (Foto: AFP)

Si el pasado 9 de septiembre alguien hubiese predicho que el Super Bowl LVI sería entre Bengals y Rams, probablemente se habrían reído en su cara. Ese día comenzó la Temporada 2021, misma que llega a su final este domingo 13 de febrero del 2022 en el estadio más caro del mundo, con la ironía de que el local es visitante y el anfitrión tiene por casa una ciudad a 3 mil 500 kilómetros de distancia.

Frente a frente estarán Los Ángeles Rams y Cincinnati Bengals, franquicias que se combinan para solamente un título de la NFL, con la particularidad de que los primeros lo ganaron en el 2000 siendo de St. Louis y no de California, vistos como "patito feo" en una tierra que ama a sus Lakers en la NBA y a los Dodgers en MLB.

El dinero mata carita en Los Ángeles

Hollywood, Beverly Hills, Rodeo Drive... En Los Ángeles el lujo y poderío económico se muestra de muchas maneras. El SoFi Stadium y su costo de 5 mil 500 millones de dólares son evidencia inequívoca. El plantel de los Rams también, en donde convergen estrellas como Von Miller, Jalen Ramsey, Odell Beckham Jr y Matthew Stafford, todos ellos con algo en común.

Cada uno llegó en intercambio a los Rams, que sacrificaron múltiples selecciones del Draft (no tendrán una de primera ronda hasta 2024) con tal de traer a gente probada y de nivel élite. Es decir, los angelinos sacrificaron su talento a futuro para aprovechar el ahora, la que podría ser su última ventana real al éxito.

Cierto es que apenas en 2019 estuvieron en el Súper Domingo, pero sin todos los jugadores mencionados. De hecho, las únicas dos figuras de peso que quedan de ese plantel son Aaron Donald y Cooper Kupp, los últimos que los Rams eligieron brillantemente desde el colegial.

Bengals y la filosofía 'avara' del dueño

Mientras en L.A. el billete manda, en Cincinnati viven la cara opuesta de la moneda. Históricamente, a los Bengals se les conoce como equipo sin contrataciones importantes, un destino al que las grandes estrellas que son agentes libres no quieren ir porque estarán destinados al fracaso y a "cobrar migajas" con Mike Brown.

El dueño de los Bengals (uno de los más antiguos de la NFL) tiene fama de "avaro". Contrario a la tendencia de estadios imponentes, él se rehúsa a erigir una nueva casa en Ohio. Son uno de los pocos equipos que no tienen instalaciones de entrenamiento techadas porque el propietario no lo ve necesario.

Con esa fama de "tacaño", Cincinnati apuesta al Draft de novatos para encontrar joyas que muy de vez en cuando les permitan brillar. Pasaron 33 años para regresar al Super Bowl y lo lograron por la "cantera" del futbol colegial, seleccionando prodigios como Joe Burrow y Ja'Marr Chase en los dos más recientes años y a muchísimas otras de sus piezas clave como Tyler Boyd, Tee Higgins, Joe Mixon, San Hubbard, Logan Wilson y Evan McPherson.


El Super Bowl que apuesta por Eminem

Datos de la NFL en el mercado mexicano apuntan que los Rams están lejos de ser populares en nuestro país (ni siquiera lo son en Los Ángeles) y ni qué decir de los Bengals, que están entre los últimos en ese rubro. De hecho, la indiferencia para ambos es igual en Estados Unidos.

Ante este panorama, la NFL encuentra su máxima apuesta para mantener cautiva a la audiencia en el show de medio tiempo en el que Dr. Dre, Eminem, Snoop Dogg, Kendrick Lamar y Mary J Blige serán pioneros llevando al hip hop al show de medio tiempo de un Super Bowl caracterizado por lo inusual de sus participantes en el emparrillado y el micrófono.


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