Advierten con sacar a quienes griten “¡Puut…!”

Dos campañas para concientizar, y nada. Una advertencia con sacar a los aficionados injuriosos del estadio, y tampoco.

El partido entre México y Chile de esta noche inició con un mensaje desde el sonido local: quienes gritaran algo en tono discriminatorio serían retirados del estadio.

Pero al primer despeje de Christopher Toselli, hasta la media hora de juego (porque eso tardaba el Tri en llegar al arco rival), la afición se desgañitó las gargantas con el todavía tradicional grito de “¡Puto!”.

El estadio repleto. Más de 70 mil aficionados y la gran mayoría en apoyo al Tricolor. Ese fue el escenario con el cual la Federación Mexicana de Futbol sufrió un nuevo desencanto en el intento por erradicar el grito que ya le ha dejado dos multas de la FIFA.

Por ello, el organismo estableció desde hace un par de meses una campaña de nombre “Abrazados por el futbol” y luego se unió a una iniciativa similar de la Secretaría de Desarrollo Social.

Todo eso con escasas efectividad, incluso contraproducente por lo visto esta noche en San Diego, donde solo hubo advertencia y agentes de seguridad inmóviles tras el grito por la imposibilidad de perseguir no a unos cuantos “rebeldes” sino a decenas de miles aferrados a mantener la tradición.

ESPONTANEO, OTRA TRADICIÓN

Todas las “tradiciones” se cumplieron y además del mencionado grito, el partido del Tri tuvo un espontáneo que al medio tiempo brincó a la cancha en cuya orilla fue tacleado por elementos de seguridad y retirado del estadio.

Poco le importó a este fanático que Andrés Guardado calentaba pues no se acercó a él sino que únicamente cruzó el terreno de juego.