Jugador del Borussia Dortmund insinúa amaño del árbitro en el Clásico

Jude Bellingham, futbolista del Borussia Dortmund, puso en entredicho la integridad del silbante Felix Zwayer tras la derrota ante el Bayern Munich.

El Dortmund perdió en casa y Bellingham no se contuvo | Reuters

El joven delantero inglés del Borussia Dortmund, Jude Bellingham, insinuó el sábado por la noche que el árbitro del partido perdido por su equipo contra el Bayern Munich habría incidido deliberadamente en el resultado, unas declaraciones por las que el jugador podría ser sancionado por la federación.

El Dortmund perdió 3-2 en casa ante el conjunto bávaro y con un penal polémico, un resultado que permitió al Bayern incrementar su ventaja al frente de la tabla a cuatro puntos.

"Pueden mirar muchas de las decisiones (arbitrales) en el partido... ¿qué se puede esperar si das el partido más grande en Alemania a un árbitro que ya amañó partidos en el pasado?", lanzó después del partido el delantero inglés a la cadena noruega Viaplay.

Jude Bellingham se refería al hecho de que el árbitro del choque, Felix Zwayer, se vio implicado en 2005, cuando tenía 23 años, en el mayor escándalo de partidos amañados que haya sacudido al fútbol alemán: el caso Robert Hoyzer.

Este último, árbitro en aquel entonces, reconoció haber influido deliberadamente en resultados de varios partidos de la Copa de Alemania, a cambio de dinero procedente de una mafia croata activa en apuestas deportivas.

Pasado oscuro

Robert Hoyzer fue condenado en la época a una pena de prisión, mientras que Felix Zwayer, quien en la época ejercía como árbitro asistente a su lado, había sido sancionado con una suspensión de seis meses por el tribunal deportivo de la federación alemana de futbol.

Fue acusado de haber sido conocedor de los hechos de Hoyzer pero de no haberlos denunciado inmediatamente, e incluso de haber recibido una pequeña cantidad de dinero -300 euros-, aunque no se demostró una participación activa por su parte en el amaño de partidos.

A pesar de ese pasado, las palabras de Bellingham podrían llevar a la federación a sancionarle por unas palabras que podría considerar difamatorias o injuriosas.​​

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