¡No está fácil! El camino que tiene que cruzar un joven que aspira a ser árbitro en Primera

Los árbitros son juzgados por miles de aficionados cada fin de semana, convirtiendo la profesión en una de las más complicadas de ejercer en el mundo deportivo; por ello, en esta ocasión, buscaremos saber qué motiva a un joven que sueña con impartir justicia en la Primera División del futbol mexicano. ¿Cuál es su sacrificio y proceso? ¿Cuáles son las oportunidades reales con las que se encuentra?

David Flores, de 22 años de edad, pertenece a la Escuela de Árbitros de Felipe Ramos Rizo y nos cuenta que su gusto por la profesión viene de familia. Y si bien ya cobra por dirigir partidos en ligas amateur, sigue siendo parte de este proceso donde jóvenes van y vienen. 

En el último año futbolístico solo 40 árbitros tuvieron mínimo un partido en Primera División, de ellos solo seis llegaron a acumular un 80% o más en porcentaje de participación, lo que se traduce en 20 o más duelos pitados.

El árbitro Julio Escobar, Instructor de la Comisión de Árbitros de la FMF y maestro en Escuela Nacional de Arbitraje, relata a detalle cómo funciona el Sistema Nacional de Capacitación donde imparte clases.

Escobar explica que hay estudiantes desde los 19 años de edad en la Tercera División, por lo que si algún interesado entra a los 25 años sus oportunidades se reducen. Los procesos en cada caso varían, pero en promedio, dependiendo del talento y dedicación, están un año en cada categoría.

Para llegar a ello, deben tomar primero el curso de un año en dos módulos con inscripción de dos mil pesos cada uno, más cinco parcialidades de 1,300 pesos. Hay materias como medicina deportiva, comunicación, reglas de juego y VAR, técnicas de juego de DT (para entender tácticas) y preparación física. Al último curso se inscribieron 60 silbantes, sin embargo, ¿cuántos de ellos se graduarán?