Empresa mexicana participó en la construcción de estadios para Qatar 2022

La firma Dunn Lightweight, con sede en Guadalajara, comenzó con las gestiones desde hace cuatro años y para participar en la construcción mandaron 16 contenedores vía marítima desde Manzanillo hasta Qatar.

El estadio Al Rayyan albergará la justa mundialista del 2022 en Qatar. FOTO:

El talento mexicano se hizo presente en Qatar desde mucho antes de que inicie la Copa del Mundo, porque una empresa con sede en Guadalajara participó en la construcción de dos de los ocho estadios que serán sede del Mundial a partir de noviembre del 2022.

La mano de la empresa Dunn Lightweight Arquitecture está ya impresa en los Estadios Al Rayann y Lusail, este último el que será donde se juegue la Final el 18 de diciembre del próximo año.

El director general de Dunn, Andrés Villaseñor, explicó en entrevista con Mediotiempo que participaron en la licitación de seis de los ocho estadios, y que de esos seis concursos salieron victoriosos en dos, suficientes para que desde hace un par de años viajaran hasta Qatar con personal que radica en Guadalajara.

“De los ocho estadios prácticamente concursamos en seis con el ímpetu de lograr alguno y finalmente nos otorgaron dos. En el primero, el Estadio principal Lusail, trabajamos todo el tema de ingenierías y diseño, con la colaboración del despacho original que lo estaba diseñando. Va a ser el estadio sede, para 80 mil personas”, relató Villaseñor a Mediotiempo.

“Fue muy padre, fue prácticamente un año de trabajo, de estar yendo a juntas allá con equipos internacionales porque participaban qataríes, las empresas de acero chinas, mano de obra filipina y china, supervisión de FIFA y de construcción inglesas, mexicanos en ingenierías y ejecución de las obras, y el despacho alemán principal que trae diseños, y así hacer ‘match’ con todas las especialidades”.

Dunn se especializa en “arquitectura ligera” o tensoestructuras, es decir, sistemas de construcción que no utilizan tanto concreto o acero sino materiales mucho más ligeros, incluso textiles.

Ello está en sintonía con la idea del Lusail, que será un inmueble que busca ser amigable con el medio ambiente en la medida de lo posible, pues por ejemplo tendrá páneles solares con los que podrá dotar de electricidad incluso a las zonas aledañas al inmueble.

GANARON ‘LA JOYA DE LA CORONA’

Donde Dunn más trabajó fue en el Estadio Al Rayann, ya que ahí les tocó colaborar en tres distintas áreas.

“Se acaba ese concurso (del Lusail) y nos quedamos con la joya de la corona que es el estadio Al Rayann: muy bonito, sencillo, exigente, porque la participación de nosotros fue en tres áreas distintas: el diseño de fachada, participamos en la cubierta, que es mixta, y por último para las condiciones, porque el clima va a ser un poco exigente y todos los estadios tendrán aire acondicionado a pesar de que están abiertos”, comentó.

Villaseñor explicó que el Al Rayann lo entregaron desde hace un año y que todo se armó y planeó en Guadalajara, de donde enviaron contenedores de equipo a Manzanillo, Colima, para que vía marítima llegaran 12 semanas después a Qatar.

Hicimos todo el cálculo, diseño, la fabricación de los materiales aquí en México, y posteriormente mandamos un grupo de trabajadores a hacer la instalación”, mencionó.

“Todo se produjo en Guadalajara, las materias primas son alemanas y francesas, maquilamos todo, procesamos todo, hicimos la construcción de las piezas y se mandaron 16 contenedores a Qatar”.

El Estadio Al Rayan se encuentra a 32 kilómetros al Oeste de Doha, la capital de Qatar, misma que con Lusail tiene una distancia de 19 kilómetros, hacia el Norte. En Qatar, la distancia máxima entre los estadios más lejanos será de apenas 70 kilómetros.


TRAS BRASIL Y RUSIA, LA TERCERA FUE LA VENCIDA

Antes de participar en los proyectos qataríes, Dunn ya tenía experiencia en obras como el Estadio Cuauhtémoc en Puebla, el Banorte en Culiacán o el Akron en Guadalajara. Solo así pudieron competir a nivel internacional, principalmente contra dos empresas que tradicionalmente ganan este tipo de concursos.

Mundialmente hay dos empresas muy fuertes que están abiertas desde los 70’s, una americana -japonesa y otra japonesa tiene acaparado el mercado; son empresas que tienen la capacidad de hacer uno o los ocho estadios y los hacen para todos los Mundiales, para Juegos Olímpicos, generalmente ellos ganan todos los proyectos, fue una competencia muy fuerte, éramos la empresa chiquita”, añadió Villaseñor.

La tercera fue la vencida para Dunn, pues para Brasil 2014 y Rusia 2018 también participaron en licitaciones para participar en la construcción de estadios, aunque esas veces sin éxito.

“Todo nace desde el ímpetu de uno de mis socios, Javier Rattia; él empezó con la espinita cuando empezamos a hacer estadios en México de hacer un estadio mundialista. Primero fue Brasil y estábamos con los tiempos muy justos y no hubo manera”, recordó.

“Para Rusia estuvimos ahí duro y dale, con clientes, enseñando catálogos, experiencia y todo, pero tampoco pudimos cuajar nada allá. Nos fuimos a Qatar con el mismo ímpetu. Fue en el 2018-2019 que empezamos a ir a tocar puertas, a un mercado muy complicado, y empezamos desde los cuatro años previos al Mundial tocando puertas”.​

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