Hoteles de Qatar luchan por sobrevivir hasta el Mundial 2022 por la pandemia

Las fronteras del país árabe están cerradas por la crisis sanitaria provocada por la COVID-19.

Los hoteles sufren ante la falta de clientes y falta de personal. (FOTO: AFP)

El Mundial de Qatar 2022 levanta mucha expectativa por lo que país árabe pueda ofrecer, con sus habitaciones de lujo y rascacielos futuristas que forman el paisaje; sin embargo, el sector hotelero está en una fuerte lucha por sobrevivir ante la crisis provocada por la COVID-19, a dos años de la justa.

"¡Eso es una lucha!", dice a la AFP una extrabajadora del sector hotelero catarí, que subraya cómo la crisis sanitaria perturba seriamente la preparación y formación del personal para esas semanas del Mundial.

En la capital del país, Doha, un director de hotel cuenta cómo el cierre de fronteras por la pandemia ha retrasado entre tres y cinco meses la llegada de personal extranjero.Qatar espera recibir 1,5 millones de visitantes durante el Mundial y las fechas anteriores y posteriores.

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Como en los otros países del Golfo, la mano de obra procedente de otros países es vital para este emirato rico en recursos energéticos, donde los trabajadores extranjeros son nueve veces más numerosos que los 333.000 ciudadanos cataríes.

En ausencia de una clase media importante que pueda sostener el turismo interior, Qatar había apostado, para desarrollar su sector hotelero antes de esa gran cita de 2022, en las pequeñas estancias de pasajeros que hacen escala aérea entre dos vuelos con la compañía Qatar Airways. Un proyecto que ahora se encuentra congelado por la crisis del covid-19.

Qatar, un mercado difícil


Los establecimientos hoteleros más pequeños han sufrido especialmente por las medidas tomadas en Catar, explica el director hotelero de Doha. Desde marzo, la mayoría de no residentes tienen vetado viajar al país asiático.

"Algunos hoteles han perdido del 30 al 50% de su personal expatriado", asegura.

Falta personal, pero también faltan los clientes. Incluso los hoteles más conocidos de Doha no consiguen llenarse y muchos de ellos dependen además del éxito de sus restaurantes y bares para mantenerse a flote.

La situación, además, no parece que vaya a cambiar a corto plazo. Las restricciones de entrada al país se han prolongado hasta enero. Por ello, los hoteles no deberían superar el 50% de la tasa de ocupación que había previsto para 2020 la empresa inmobiliaria Cushman and Wakefield, lo que supone 10 puntos menos que en 2019.

A los problemas actuales se suma que Qatar contempla aumentar el número de habitaciones de hotel de 28.000 a unas 45.000 de aquí a 2022, según Banach: "Podría haber un excedente enorme de oferta, que será difícil de mantener. Es un mercado difícil", subraya.

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