Golpeó la mesa y casi se desquicia; así vivió el Tata en el palco el triunfo ante Haití

El Tata Martino tuvo que ver el partido desde un palco por suspensión.

Martino tuvo que ver el encuentro desde las alturas. (Foto: imago 7)

Gerardo Martino parece un tipo tranquilo, pero cuando dirige se transforma, y más cuando lo privan de ello y debe observar un partido desde un palco.

Así sucedió este martes por la suspensión por acumulación de amarillas en la Copa Oro, de manera que pareció un león enjaulado durante los 120 minutos en los que fue creciendo en desesperación.

El Tata se pasó por el palco de prensa antes del juego acompañado por sus auxiliares Damián Silvero y Norberto Scopponi, así como por el presidente de la Femexfut, Yon de Luisa, hasta llegar al palco asignado.

Ahí se sentó en primera fila, detrás del vidrio que le impedía escuchar plenamente el ambiente. Eso sí, lo hizo solo, sin nadie a su lado, porque sus auxiliares lo acompañaron filas arriba en el palco.

Impaciente desde el inicio, Martino volteaba para todos lados, se paraba y volvía al asiento, comentaba algún punto con sus auxiliares y hacía el presagio de una noche que no sería fácil.

El primer berrinche del Tata lo provocó el árbitro qatarí, Abdulrahman Al-jassim, por una falta en el medio campo que le hizo voltear a pedir una explicación a sus auxiliares, quien al parecer no supieron responderle porque volteó la mirada al campo agitando la cabeza.

Los primeros 45 minutos fueron muy tranquilos para el argentino, pero no el complemento. La múltiples fallas en ataque y defensa lo hicieron enojar, por lo que tuvo que pedir una botella de agua para pasar los malos tragos.

Cada indicación que dio desde el palco era comunicada por Scoponi a través de un radio y el mensaje era recibido por Sergio Giovagnoli en el banquillo, que a su vez lo pasaba a Jorge Theiler, su principal auxiliar en el terreno de juego.

Una primera falla de Antuna lo hizo agachar la mirada cómo buscando una explicación y después un error de comunicación de Jona dos Santos con Salcedo le hizo manotear y hasta incluso pegarle a la mesa del palco.

El gol en el tiempo extra fue una descarga de energía para el entrenador, pues en cuanto vio el balón en las redes subió unos escalones para abrazar a Scoponi y Silvero.

Durante el resto del tiempo extra el Tata fue un manojo de nervios, hasta rabiar y pegar fuerte nuevamente en la mesa con la increíble falla de Chapo Montes con el arco abierto.

Al final, Martino terminó el partido descargando las emociones otra vez con un fuerte abrazo a sus auxiliares, con su primera Final con el Tri en el horizonte el próximo domingo, a la espera de conocer este miércoles si el rival es Jamaica o Estados Unidos.

  • Enrique Martínez Villar
  • Reportero. En MT desde 2017. Egresado de Licenciatura Escuela de Periodismo Carlos Septién García
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