Dani Alves vivió una jornada de ensueño en su adiós al Barcelona
El defensa brasileño fue aplaudido por un sector de la afición del Barcelona, además de que recibió el cariño de excompañeros y DT.
Dani Alves volvió al Camp Nou con el corazón como culé, pero vestido de blanco con el uniforme de Pumas y desde que llegó al estadio del Barcelona vivió su propia fiesta, desde reencontrarse con sus compañeros hasta jugar con el portero Ter Stegen en el campo antes del partido.
Alves recordó previamente que siempre sería un aficionado del Barcelona y cuando llegó a la que fue su casa en el futbol se mostró alegre con cada situación previa al cotejo, que finalmente fue perdido por los Pumas en la goleada del conjunto blaugrana.
Antes de empezar el partido, Alves salió a calentar y cuando vio al portero Ter Stegen, literal, se divirtió con él como si fueran dos niños. Alves se montó en la espalda del portero como si jugaran al caballito unos momentos antes del calentamiento del portero.
Ya en el partido, Alves recibió aplausos y cántico de un sector de los aficionados del Barcelona, esto se notó mucho en los tiros de esquina que cobró el brasileño a favor de los universitarios, aunque esta vez no tuvo la suerte de poner una asistencia como en el partido contra Mazatlán.
Alves salió de cambio a los 59 minutos y fue entonces cuando se acercó a la banca del Barcelona para abrazar a Xavi, con quien intercambió unas palabras. Luego le dio la mano y saludó a todos y cada uno de los integrantes que estaban ahí, entre elementos del cuerpo técnico y jugadores.