Columna de Gerardo Mascareño
La disyuntiva de Aguirre
Editorial Mediotiempo
Muchas veces en la vida nos topamos con dos caminos, varía su grado de importancia y dificultad la elección de alguno, pero este tipo de dilemas es inherente al ser humano, acertar o equivocarte determina la secuencia misma del resto de tu existencia. Imposible no darnos cuenta que el comparar algo tan superfluo como es el futbol con la vida real suena exagerado, pero lo que para unos es insignificante para otros es crucial, hace unos meses lo decíamos, no es qué conquistaste si no cómo lo hiciste, y al final del día, para todos, tus determinaciones serán los demonios que te acecharán toda la vida o el motivo de tu sonrisa digna a la hora de tu muerte. Javier Aguirre está frente a una de esas "Y" griegas, por una parte está lo que para el pueblo es lo indicado, que si se fracasa es por la incompetencia de los elegidos por la mayoría, el hacer lo que dejará satisfecho al grueso del país y salir ileso o intentar ganar sin agradar, jugar bajo su criterio, si se fracasa, ser linchado, por decirlo de alguna forma. Entendiendo también que por eso dejaría de ser nuestro redentor, que su carisma y atractivo quedarían maltrechos si se tiene una vergonzosa participación, he ahí el dilema, comprometer tu bienestar por tus creencias y razonamientos. Es evidente que, forme como forme no cabe en ningún once Cuauhtémoc Blanco, por lo menos en una formación acostumbrada por él, que es muy temprano para darle una responsabilidad tan grande al "Chícharo" y que Ochoa no está ni medianamente cerca de su mejor nivel. Los por qués desde mi punto de vista los comento ahora: para jugar con un media punta en estos niveles se requiere de una gran capacidad física y compromiso defensivo por parte de este jugador, ya que la base de todo equipo es el medio campo, específicamente la contención, y la tarea principal de esta posición es entorpecer el buen accionar en esa zona del contrario, con tal tarea veríamos a Blanco únicamente corriendo hacia atrás sin aire ni lucidez cuando se tenga posesión del balón, el Cuau libre, sin responsabilidades defensivas, es el mejor mexicano por mucho. El "Chícharo" hoy en día es nuestro mejor prospecto, sus características físicas lo hacen sobresalir en nuestro futbol evidentemente, con un pundonor y fuerza mental extraordinaria, el problema es que enfrentará a jugadores con esas mismas características pero con 6 ó 7 años más de experiencia, que saltan lo que él pero que miden 15 ó 20 cm. más y que, más importante aún, no tienen a todo un país a cuestas, estoy casi seguro que hace un año el "Chicharito" todavía dormía abrazando el balón, hoy debe de saber que esto es cualquier cosa menos un "juego". La grandeza de un portero no pasa por sacar una pelota imposible, por despejar exacto o achicar justo, pasa por la seguridad que le des a tu equipo, y en este momento Ochoa no nos la da de ninguna manera, la incertidumbre en cada disparo se palpa en todos y cada uno de nosotros, lamentable pero es verdad. Tengo la enorme fortuna de conocer al "Vasco" en varias facetas de la vida y sé que, pese al panorama, él hará lo que es correcto, sus prioridades están en orden y decidirá por convicción.