Debate en Italia por la celebración de la Eurocopa en plena pandemia

El pasado lunes una multitud de aficionados acompañó a la Selección Italiana por las calles de Roma sin mascarillas ni medidas sanitarias

Aficionados celebran la victoria de la selección italiana en la final de la Eurocopa contra Inglaterra en las calles de Milán.

La multitudinaria celebración de la Eurocopa organizada por la selección italiana el pasado lunes en Roma, tras la victoria contra Inglaterra en la tanda de penaltis, abrió un debate en Italia sobre los peligros sanitarios que esta conllevó en un momento de pandemia.

La Federación de Fútbol italiana (FIGC) defendió su posición, al asegurar que actuó con respeto "por las instituciones y por los aficionados", después de que el prefecto de Roma, Matteo Piantedosi, lamentara en una entrevista que la selección no respetó los acuerdos tomados.

"Habíamos negado el visto bueno para celebrar la victoria de Italia en la Eurocopa en un autobús descubierto, pero los acuerdos no han sido respetados", afirmó Piantedosi en una entrevista con el diario "Corriere della Sera".

Pocas horas después llegó la respuesta del presidente de la FIGC, Gabriele Gravina: "No queremos alimentar polémicas, porque no queremos convertir un momento de alegría nacional en un tema de división. Siempre hemos trabajado para unir y seguiremos haciéndolo, subrayando como la Federación siempre ha sido responsable y sobre todo respetuosa con las instituciones y los aficionados italianos".

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Subrayó además que la decisión de organizar las celebraciones en un autobús descubierto se tomó, tras un acuerdo de última hora con las instituciones, porque los aficionados ya habían bloqueado anteriormente a la delegación italiana, incluso cuando esta se desplazaba a bordo de un vehículo cerrado.

Recibimiento de la Selección Italiana

Italia fue recibida el pasado lunes por el presidente de la República, Sergio Mattarella, y el primer ministro, Mario Draghi, y a continuación regresó a su hotel a bordo de un autobús descubierto.

Miles de personas acompañaron a la selección por las calles de la capital en un trayecto de pocos kilómetros que duró más de una hora y media a causa de la multitud de aficionados.

Muchos de ellos no llevaban mascarillas y esto genera preocupación en las instituciones en un momento en el que se está registrando un importante aumento en los contagios por variante delta del coronavirus.

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