Fran Beltrán, el crack del Celta de Vigo que despreció al Real Madrid

El juvenil de 21 años es actualmente compañero del mexicano Néstor Araujo.

Fran Beltrán, un indiscutible del Celta de Vigo. FOTO: LaLiga.

No son muchos los jóvenes madrileños que rechazan a los dos grandes equipos de la ciudad, pero Fran Beltrán siempre ha hecho las cosas a su manera, y las dotes técnicas y la personalidad contundente del ahora centrocampista del RC Celta de Vigo lo convierten en una de las estrellas en ascenso más prometedoras de LaLiga Santander.

Tanto el Real Madrid como el Atlético de Madrid lo invitaron a entrar en sus academias cuando apenas tenía ocho años, y tenía familiares que eran asiduos tanto en el Estadio Santiago Bernabéu del Real como en el estadio del Atlético, entonces el Vicente Calderón.

Sin embargo el chico, seguro de sí mismo y testarudo, no quería dejar atrás a sus compañeros del Getafe CF y la decisión no le ha salido nada mal, ya que con tan solo 21 años ya ha jugado casi 150 partidos en la categoría absoluta entre las dos primeras divisiones de LaLiga.

Beltrán y su familia decidieron dejar el Getafe CF cuando tenía 14 años para entrar en la prestigiosa cantera del Rayo Vallecano, donde fue ascendido rápidamente al primer equipo. Con solo 17 años y 199 días debutó en LaLiga SmartBank, donde se desenvolvió muy bien en el centro del campo junto al veterano Roberto Trashorras, a pesar de que su equipo perdió por 1-2 ese día.

Esa temporada Beltrán jugó 31 veces con el Rayo en LaLiga Smartbank, anotando su primer gol con el equipo en la derrota por 3-2 ante el Tenerife con un fantástico remate desde 25 metros, y colaborando a menudo con su compañero Santi Comesaña en el centro del campo. La temporada siguiente, el adolescente se consolidó como uno de los líderes del equipo, moviendo los hilos desde el fondo y jugando 40 partidos mientras el Rayo ganaba el título de LaLiga 123 en 2017/18

Una gran influencia fue el entonces entrenador del Rayo, Michel, quien había sido un centrocampista muy querido por el equipo de Vallecas durante la mayor parte de la década anterior.

Otra gran influencia en el desarrollo de Beltrán fue el entonces director deportivo del Rayo, Felipe Miñambres, con el que se mantuvo en contacto después de que Miñambres se trasladara al RC Celta en 2016. Eso llevó a que el equipo gallego pagara la cláusula de liberación del entonces joven de 19 años en agosto de 2018, para consternación de muchos en Vallecas.

El RC Celta supuso un nuevo reto y la temporada 2018-19 fue una temporada difícil para todos en Balaídos, incluyendo a los entrenadores Antonio Mohamed, Miguel Cardoso y Fran Escribá

Una tarjeta roja contra el Granada CF a principios de la siguiente temporada tampoco ayudó a Beltrán a mantener un puesto de titular en el once inicial.

Sin embargo, tenía el tiempo de su lado, y también talento de sobra. A pesar de ser uno de los jugadores más pequeños de LaLiga Santander, con solo 1,65 metros de altura, Beltrán sabe utilizar su cuerpo para proteger la posesión, y también tiene los atributos técnicos para mantener la pelota en movimiento de una manera que recuerda al ex capitán del FC Barcelona, Xavi Hernández.  A finales de 2019-20 volvió a ser titular en el RC Celta bajo la dirección del entrenador Oscar García, antiguo compañero de Xavi en el Barça.

Marcó uno de los goles más bonitos de la temporada con una fantástica chilena a la esquina superior contra el Atlético en julio.

En las últimas semanas Beltrán también ha dado más pasos adelante con el RC Celta ya que sus habilidades técnicas y tácticas encajan con el nuevo enfoque de ataque del entrenador Eduardo Coudet. Se acopló inteligentemente a su compañero de equipo Iago Aspas para marcar el gol decisivo en el 3-1 de noviembre sobre el Granada CF, y Aspas también proporcionó la asistencia para su bonito remate desde los 20 metros en el 4-0 contra el Cádiz CF en diciembre.

Todo esto antes de que Beltrán cumpla 22 años el 3 de febrero de 2020. El pequeño que siempre quiso controlar su propia carrera, ahora puede controlar los partidos desde el centro del campo, y lo mejor aún está por venir.


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